Fueron momentos intensos en los que se evocan los misterios del jueves, viernes y sábado santo. Participaron desde niños hasta ancianos, consagrados, jóvenes y familias. En general se organizaron a parroquias, colegios o instituciones que facilitaron las instalaciones.
El lema que presidió los retiros de esta año 2001 fue, en consonancia con la carta de Juan Pablo II «Novo Millennio Ineunte», «Navega mar adentro para pescar».
A dichos retiros concurrieron una totalidad de 6.400 jóvenes y adultos y 1.100 niños. Por primera vez, viajaron personas de Europa para participar en dicha experiencia comunitaria y espiritual.
El llamado a vivir la fe como discípulos de Cristo, podría sintetizarse en la siguiente expresión evangélica como ambiente de las celebraciones litúrgicas: «Ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor y se morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor. Porque Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos». (Romanos 14, 7-9).
El Movimiento de la Palabra de Dios es una sociedad privada de fieles de derecho diocesano, que se está extendiendo por América Latina y España.