En una rueda de prensa, Meir Lau criticó especialmente el que Al Assad aprovechase la presencia de Juan Pablo II en Damasco para realizar estas declaraciones, dado el gran interés mediático que tenía el acontecimiento.

Las palabras pronunciadas por Al Assad, en las que acusaba a Israel de matar y torturar a palestinos, de infringir la ley y de no ceder los territorios ocupados, provocaron ayer un gran malestar en Israel y en particular del presidente Moshé Katsav.