Abre sus puertas la primera sala de consumo de heroína legal en Australia

Juan Pablo II: «Drogarse nunca es la solución»

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SYDNEY, 8 mayo 2001 (ZENIT.org).- En medio de la polémica, acaba de abrir sus puertas la primera sala legal para el consumo de heroína de Australia.

En este centro, conocido por los toxicómanos como «shooting gallery», recibió el 6 de mayo a sus primeros «clientes» entre las seis de la tarde y las diez de la noche locales, en el barrio Kings Cross de Sydney, después de que un tribunal sentenciara que su licencia policial era legal, informa la BBC.

En total, tan sólo se presentaron ocho adictos en el primer día de apertura. Sólo uno de ellos, según reveló la directora médica del proyecto, Ingrid Van Beek, aceptó recibir tratamiento profesional.

En esta sala, los adictos traen su propia heroína y se les proporciona el equipo necesario para que se inyecten en un cubículo privado y bajo supervisión médica. La sala está gestionada por la Iglesia Unificadora de Australia (http://uca.org.au/), que se conforma de la uníón de tres confesiones cristianas de Australia: la Iglesia metodista, la Iglesia presbiteriana y la Unión Congregacional.

El centro funcionará por un período de prueba de 18 meses y aspira a acoger entre 150 y 200 personas por día.

El proyecto ha recibido una fuerte oposición tanto de los comerciantes locales como del primer ministro, John Howard, e incluso de las agencias de las Naciones Unidas encargadas de atender los desafíos de la drogadicción.

La Iglesia Unificadora ya había abierto un centro parecido en 1999, declarado ilegal dos días antes de que la policía lo cerrara.

El pasado 20 de octubre, Juan Pablo II, en un discurso aclaró que «La droga no se combate con la droga» (Cf. Zenit, 20 de octubre de 2000).

«Drogarse nunca es la solución», continuó diciendo. Por eso la Iglesia «pretende confirmar con fuerza esta convicción ante las opiniones que querrían la liberación de las substancias estupefacientes o, al menos, su legalización parcial, considerando que el libre acceso a estas sustancias contribuye a limitar o a reducir los daños a las personas y a la sociedad».

Para el Papa, con frecuencia, la droga es «consecuencia de un vacío interior» que lleva a la desesperación. «Por esto –concluyo– la droga no se vence con la droga, sino que es necesario una amplia acción de prevención, que sustituya la cultura de la muerte con la cultura de la vida».

La Santa Sede está terminando la redacción de un manual para personas que trabajan con el mundo de la drogadicción, en el que el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, presidido por el arzobispo mexicano Javier Lozano Barragán, explica que los tratamientos con droga no son una solución al problema del auténtico problema del toxicómano.

En la actualidad, existen 45 salas de inyección legal en varios países el mundo, entre ellos España, Alemania, Suiza y Holanda.

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ZENIT Staff

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