Monseñor Conget recordó a Giménez Abad del que dijo «es un hombre de aquí, visitante asiduo, hombre de bien y de paz y con la mano abierta a todos, así como buen esposo y padre que se crecía con el trabajo».
El obispo de Jaca aludió asimismo al mensaje del Papa en el que apostaba porque a España llegase el fin del terrorismo que «nace de una lógica perversa denunciable y del odio que lo alimenta». A este respecto añadió que sólo la paz construye los pueblos y quien colabora con ETA «no merece el nombre de cristiano».