Al testimoniar ante el Juzgado Tercero de Guatemala donde se desarrolla el juicio por el asesinato de monseñor Gerardi (26 de abril de 1998), el ex agente afirmó que, además de Gerardi, eran espiados el obispo de Zacapa, monseñor Rodolfo Quezada Toruño; el arzobispo Metropolitano, monseñor Próspero Penados del Barrio, y el obispo de Quiché, Alvaro Ramazzini.
La información que se recogía día a día era incorporada al «perfil de los sospechos», de acuerdo con la declaración de Chex, quien trabajó para la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor de Defensa de 1992 a 1996.
«Se intervenía telefónicamente a todas aquellas personas que representaban una oposición para el Gobierno o el Ejército», declaró Chex.