WASHINGTON, 28 mayo 2001 (ZENIT.org).- El presidente George Bush ha escogido a John Clink, consejero de la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, como nuevo jefe de la Oficina del Departamento de Estado para la Población, los Refugiados y la Inmigración.
El nombramiento, firmado la semana pasada, tiene que ser aprobado ahora por el Senado. La Oficina, una de las más importantes del Departamento, cuenta con 140 funcionarios y un presupuesto anual de 750 millones de dólares.
El secretario de Estado, Colin Powell, había escogido como nuevo responsable a uno de sus asistentes. Bush ha optado sin embargo por Clink, lanzando así una señal clara de atención a los católicos en un argumento de importancia decisiva.
La Oficina afronta cuestiones muy delicadas, como la política estadounidense sobre población, planificación familiar, inmigración y ayudas enviadas a los refugiados en el mundo.
Clink tiene una larga experiencia en estos sectores: antes de ser consejero de la Misión de la Santa Sede ante la ONU trabajó en varios países para los Catholic Relief Services, es decir el brazo internacional de la Cáritas estadounidense.
Como colaborador de la Misión, ha participado en diferentes conferencias internacionales y ha formado parte del Consejo directivo de UNICEF.
El arzobispo Renato Martino, observador permanente del Vaticano ante la sede de la ONU en Nueva York, ha comentado con satisfacción la decisión de Bush: «Nos da pena perder la preciosa colaboración de Clink, pero estamos muy contentos de que pueda poner a disposición de su propio país la gran experiencia alcanzada durante todos estos años de trabajo».
