Estas 35 personas fueron detenidas cuando celebraban una celebración protestante clandestina en la vivienda de una feligresa, en la ciudad de Dongsheng, cuando los agentes irrumpieron en el lugar y detuvieron a los presentes, interrogados durante toda la noche, denunció el Centro de Información de Derechos Humanos y Democracia en China, con sede en Hong Kong.
Según la fuente, al día siguiente fueron liberados 20 de los 35 detenidos, tras pagar una multa de 200 yuanes (24 dólares estadounidenses) por «actividades religiosas ilegales», como se denomina a toda reunión no autorizada por las Iglesias patrióticas controladas por el régimen comunista.
Los otros 15 activistas, entre quienes figuran los organizadores del encuentro, podrían ser enviados a campos de reeducación por el trabajo, agregó Frank Lu, director del centro, que se ha convertido en portavoz de movimientos de protesta dentro de China.
Según Frank Lu, en China existen actualmente unos 40 millones de protestantes y otros 15 millones de católicos, la mitad de los cuales profesan su fe al margen de los límites legales establecidos por las asociaciones patrióticas chinas.