NORFOLK, 15 julio 2001 (ZENIT.org).- La opinión pública internacional ha reaccionado con asombro a la noticia de que científicos estadounidenses han creado embriones humanos en laboratorio, con el único objeto de extraer de ellos células estaminales para experimentación. Hasta ahora, sólo algunos países habían autorizado que se usaran para experimentación embriones “sobrantes” de las técnicas de fecundación in vitro, cedidos por donantes.
Científicos de Virginia han sido los primeros en crear embriones humanos en el laboratorio con el único propósito de extraer sus células estaminales. En este caso, los científicos informaron a los donantes de que sus óvulos y semen podrían ser usados para desarrollar embriones para investigación con células estaminales.
El trabajo, dirigido por investigadores del Instituto Jones de Medicina Reproductiva de Norfolk, ha suscitado las críticas de entidades religiosas y grupos opuestos a la investigación con embriones. “Pienso que es un suceso que nos advierte contra el riesgo de empezar a bajar la pendiente”, dijo monseñor Richard Doerflinger de la Conferencia Episcopal de EE.UU. a “The Washington Post”, en su edición del pasado 11 de julio.
Se ha producido un debate a escala mundial sobre la ética de crear seres humanos con el sólo objeto de que sirvan de cobayas. Los especialistas en ética médica indican que esta noticia complica la situación, justo en el momento en que el presidente Bush está sopesando si dedicar fondos federales o no a la investigación sobre células estaminales obtenidas de embriones preexistentes.
Para Arthur Caplan, especialista en ética médica en la Universidad de Pensilvania, una cosa así “está entre lo desastroso y lo horripilante”.