MAYNOOTH, 13 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Ante el vacío legal que las interpretaciones del Tribunal Supremo irlandés han provocado en materia de aborto, los obispos del país han declarado su apoyo a un referéndum que sancione el derecho a la vida.
La declaración episcopal fue hecha pública este miércoles al final de la asamblea de invierno de la Conferencia Episcopal mantenida en Maynooth.
A inicios de octubre, el gobierno irlandés anunció que convocará una referéndum sobre la enmienda constitucional que prohibiría el aborto a excepción de los casos en que una mujer perdiera la vida por llevar adelante su embarazo.
El debate sobre el aborto galvanizó la opinión pública irlandesa en 1992, cuando la Corte Suprema del país permitió que una muchacha de 14 años viajara a Inglaterra para someterse al aborto, pues había amenazado con el suicidio.
Los obispos reconocen que la actual legislación de este modo ha pasado a permitir el aborto cuando existe un riesgo de suicidio, algo que hace la ley sumamente laxa, y en este sentido dan la bienvenida a la propuesta promovida por el referéndum que eliminará este supuesto.
Algunos grupos se han opuesto en el pasado pues la propuesta de referéndum, pues consideran que no implica la prohibición total del aborto.
«Comprendemos la renuencia de muchos que se oponen al aborto a votar por una medida que no parece vindicar el derecho a la vida del no nacido desde el momento de la concepción –explican los prelados–. Sin embargo, es nuestra convicción de que la nueva propuesta representa una considerable mejora de la situación existente y que en sí misma no niega o devalúa el valor y dignidad del embrión humano antes de la implantación».
Afirman que «los votantes católicos deberían sentirse libres en conciencia de apoyar esta medida, incluso si es vista como menos positiva de lo que podría desearse».
«Creemos que una clara prohibición legal del aborto provocado, como se incluye en esta propuesta, representa un paso importante para asegurar adecuada protección de la vida del no nacido», afirma la declaración.
Los obispos van más lejos de la propuesta referendaria , y afirman: «Consideramos que los derechos existentes del no nacido desde la concepción bajo el artículo 40.3.3. de la Constitución deben ser reforzados con precisas medidas legislativas».
En particular, piden una protección legal mucho más clara del no nacido, especialmente en sus fases embrionararias, para evitar excesos como los que comienzan a verificarse en materia de clonación, investigación sobre embriones humanos e incluso en el área de la reproducción humana.
«Es de vital importancia que los embriones sean tratados siempre como personas humanas cuyo valor inherente y dignidad son valorados y vindicados», afirman los obispos.
Antes de terminar, los obispos aseguran su compromiso de apoyar «a toda mujer que afronta un embarazo no deseado», en especial a quien cree que el aborto «es la única opción». Con decisión apoyan la labor de la asociación CURA, creada «para asegurar que cada mujer con un embarazo no deseado tenga fácil acceso a la ayuda que necesita».
Por último, animan a los irlandeses a votar en el próximo referéndum y piden que las próximas semanas sean de oración especial para pedir la guía de Dios.