CIUDAD DEL VATICANO, 24 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha agradecido los donativos a favor de las víctimas de la guerra del terrorismo y la guerra que personas de todo el mundo han enviado como fruto del ayuno y pide que no se olvide su dramática situación.
Un comunicado hecho público este lunes por la Sala de Prensa vaticana revela que hasta la fecha, la Santa Sede ha recibido unos 650.000 dólares estadounidenses enviados por personas de todo el mundo que ayunaron el pasado 14 de diciembre.
En ese día, el Papa convocó una Jornada de ayuno, oración y caridad por la paz en el mundo en concomitancia con el final del Ramadán.
El pontífice invitó a las personas a destinar el dinero que ahorraran gracias a la privación de alimentos en ese día para ayudar a las víctimas de la violencia. Para recoger estos fondos, el Consejo Pontificio «Cor Unum» abrió una cuenta corriente en Roma y la Santa Sede pidió también a los obispos de todo el mundo que canalizaran y distribuyeran estas ayudas.
Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede, revela en la nota que el Santo Padre ha encargado ahora al Consejo Pontificio «Cor Unum» que haga «lo necesario para enviar a su destino estas ofertas, teniendo en cuenta sobre todo a los niños, los ancianos, los enfermos, las personas que se han quedado sin casa y las más expuestas al peligro del frío y el hambre en estos meses invernales».
«Su Santidad da las gracias a quienes han querido responder generosamente a su llamamiento –continúa diciendo el comunicado– y desea que la solidaridad internacional siga apoyando a las poblaciones en dificultad, incluso cuando ya se ha superado la emergencia».
«Que la celebración de la Navidad del Señor suscité en todos los creyentes una invocación común a Dios para obtener el don de la paz y un compromiso renovado para construirla cada día en cada rincón de la tierra», concluye el comunicado vaticano.