Arranz tomó este mediodía posesión de su cargo, en el que sustituye a Julio Manzanares, en un acto desarrollado en el Aula Magna de la Universidad Pontificia presidido por el Gran Canciller de la UPSA y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y en presencia del Nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro.
El rector señaló que el reto que tiene que afrontar la Universidad Pontificia es el de encontrar equilibrio entre financiación, investigación del profesorado como fuente de recursos e inserción en la ciudad y región.
«La continuidad pasa por responder al reto de la calidad, y ésta siempre tiene un importante costo económico», indicó el rector, para quien la viabilidad de emplear las matrículas de los alumnos como única fuente de recursos es relativa, «sobre todo si no queremos renunciar al carácter social de nuestra Universidad».
Arranz dejó claro que «la doctrina de que las tareas educativas son monopolios del Estado».
En el capítulo de actuaciones prioritarias citó, entre otras, la reforma de los Estatutos de la Universidad, rematar el proyecto de futuras titulaciones, impulsar la incorporación de la UPSA al segundo Plan Nacional de Calidad de las Universidades y potenciar los cursos de lengua y cultura para extranjeros.
En la toma de posesión, estuvieron presentes los obispos de Salamanca, Braulio Rodríguez; de Zamora, Casimiro López; de Almería, Adolfo González; y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, junto a otras autoridades religiosas y civiles.
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Apr 30, 2002 00:00