CIUDAD DEL VATICANO, 30 abril 2002 (ZENIT.org).- El diálogo interreligioso y el anuncio del Evangelio son dos prioridades para el católico que no están en contradicción, afirmó este martes Juan Pablo II.

«En cierto sentido --afirmó dirigiéndose a un grupo de obispos nigerianos--, honestidad y apertura al diálogo es una actitud cristiana necesaria, tanto dentro de la comunidad como en el exterior, con otros creyentes y con hombres y mujeres de buena voluntad».

«Una comprensión errónea o incompleta de la inculturación o del ecumenismo --añadió--, no debe comprometer la obligación de evangelizar, que es un elemento esencial de la identidad católica».

Al encontrarse con el segundo grupo de obispos del país africano que han venido a Roma para cumplir con su quinquenal visita «ad limina», el pontífice afrontó esta cuestión decisiva para esta nación de más de 126 millones de habitantes, en la que cristianos y musulmanes conforman en partes casi iguales la gran mayoría de la población.

«La Iglesia, mostrando un gran respeto y estima por las religiones no cristianas profesadas por muchos africanos, no puede dejar de sentir la urgencia de llevar la Buena Noticia a millones de personas que no han escuchado todavía el mensaje salvador de Cristo», explicó el sucesor de Pedro.

«La Iglesia piensa que estas multitudes tienen derecho a conocer la riqueza del misterio de Cristo --concluyó--, dentro del cual creemos que toda la humanidad puede encontrar, con insospechada plenitud, todo lo que busca a tientas acerca de Dios, del hombre y de su destino, de la vida y de la muerte, de la verdad».