CIUDAD DEL VATICANO, 6 mayo 2002 (ZENIT.org).- La Santa Sede acaba de publicar el «Anuario Estadístico de la Iglesia Católica» correspondiente al año 2000 en el que se ofrece la radiografía numérica más fiable que se puede hacer de la catolicidad en estos momentos.
Según el nuevo volumen, el número de bautizados en el seno de la Iglesia católica en el mundo entre 1978 (año del inicio de pontificado de Juan Pablo II) y 2000, ha aumentado en un 38%, pasando de 757 millones a casi mil cincuenta millones.
En cabeza de esta tendencia positiva está África, con un incremento de poco menos del 140%, seguida a gran distancia de Asia. Europa es el último de la clase, con un 5,8% de crecimiento.
En cuanto a la presencia de católicos respecto a la población de las diversas áreas geográficas, los datos relativos proporcionan un marco muy diverso: si en Asia el porcentaje es sólo del 2,9%, en Europa es del 40% y en América es del 63%, con picos del 90,1% y del 86,6% en el centro y el sur
del continente, frente a un más modesto 24,6% en el norte.
En los 22 años que examina el Anuario estadístico, el número de obispos ha pasado de 3.714 a 4.541, mientras que los sacerdotes se sitúan en poco más de 405.000, con un ligero descenso del 3,75% respecto a los datos de 1978.
Tendencias opuestas caracterizan al clero diocesano y al clero religioso: el primero está en aumento en todas partes con excepciones, mientras que el segundo manifiesta una tendencia de sentido contrario, con la excepción del área asiática.
El decremento del número de sacerdotes se ve compensado por el aumento de candidatos al sacerdocio: de 64.000 en 1978 a 111.000 en 2000, con aumentos más sensibles en Asia y África, menores en cambio en Oceanía, Europa y América.
Este contraste lo experimentan otras dos figuras pastorales: los diáconos permanentes, desde 1978 en fuerte crecimiento en todas partes, con puntas del 678% en Europa; mientras que los religiosos profesos no sacerdotes han experimentado una notable disminución, pasando de casi 76.000 a poco más de 56.000.
También entre las religiosas profesas se habla de flexión: cerca del 19% menos en los 22 años, aún confirmando la diferencia entre una tendencia negativa en el Norte del mundo y una de signo positivo en las regiones en vías de desarrollo.