CIUDAD DEL VATICANO, 16 mayo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II recibió en el Vaticano este jueves al presidente de Chile, Ricardo Lagos, en una audiencia en la que el pontífice mostró particular interés por la reconciliación en el país.

Tras el encuentro, que tuvo carácter privado, Lagos reveló a la prensa que pasaron «revista a lo que fue la evolución de Chile desde la visita que realizó el Santo Padre, en 1987, cuando planteó la necesidad de reconciliación y paz en el país».

El presidente chileno dijo al pontífice que desde aquella visita su país ha dado pasos importantes en la lucha contra la pobreza: desde 1990 «hemos reducido a la mitad los niveles de pobreza y le manifesté que realizaremos más esfuerzos en políticas públicas para derrotar la indigencia».

El mandatario invitó al Papa a volver a visitar su país y le expresó su deseo de que el beato Alberto Hurtado (1901-1952) pueda ser canonizado.

Tras el encuentro, el presidente se entretuvo en conversación con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, quien fue nuncio apostólico en Chile, para afrontar las relaciones Iglesia-Estado.

En este tema, Lagos y la Iglesia católica tienen posiciones opuestas en lo que se refiere a ley de Matrimonio Civil, conocida también como de divorcio, que en estos momentos prepara el Gobierno de Santiago.

Al concluir la visita, el cardenal chileno Jorge Medina, prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos, hizo declaraciones a la prensa para recordar que «este gobierno ha promovido la esterilización gratuita, ha promovido la píldora del día después y la ley de divorcio».

Lagos, agnóstico declarado de 64 años, destacó la figura del Papa, en particular «su visión del mundo actual» y subrayó que Juan Pablo II es un punto de referencia moral en este convulso tiempo.

La audiencia se celebró en un clima de cordialidad en la biblioteca privada del Papa. Después de hablar a solas el pontífice y Lagos, entraron en la sala el séquito presidencial, del que formaron parte el presidente del Senado, Andrés Zaldivar; el titular del Tribunal Supremo, Mario Garrido; y la ministra de Asuntos Exteriores, Soledad Alvear.

Esta última, calificó el encuentro como un momento histórico para Chile. Lagos, por su parte, resaltó el hecho de que acudiesen al Vaticano los tres poderes del estado chileno.

Lagos, quien fue nombrado por Salvador Allende embajador de Chile en la Unión Soviética, cargo que no alcanzaría a ejercer al sobrevenir el Golpe de Estado de 1973, es el primer socialista que alcanza la presidencia después de que el general Augusto Pinochet abandonara ese cargo.