Juan Pablo II proclama cinco nuevos santos, incluida la primera brasileña

Agradece las oraciones por su cumpleaños

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, 19 mayo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II proclamó este domingo de Pentecostés a cinco nuevos santos, entre quienes se encontraba la primera santa de Brasil, Paulina del Corazón Agonizante de Jesús (1865-1942).

Los otros nuevos santos son el agustino español Alonso de Orozco (1500-1591), así como los italianos Umile da Bisignani (1582-1637), Ignazio da Santhia (1686-1770) y Benedetta Cambiaggio Frassinello (1791-1858).

Según el sucesor de Pedro, los nuevos santos «recorrieron los caminos del mundo anunciando y testimoniando a Cristo con la palabra y con la vida. Por este motivo, se han convertido en signo elocuente del perenne Pentecostés de la Iglesia».

Al final de la celebración de dos horas y media de duración, que tuvo lugar en buena parte bajo la lluvia en la plaza de San Pedro del Vaticano, el cardenal beninés Bernardin Gantin, decano del Colegio de los cardenales, tomó la palabra para felicitar al Papa por sus 82 años, cumplidos este sábado.

El obispo de Roma, con voz débil y cansada tras haber afrontado el mal tiempo (en ocasiones había ráfagas de viento) respondió confesando: «Las oraciones especiales por mi persona y por el cumplimiento del ministerio petrino que el Señor me ha confiado me han reconfortado particularmente».

El obispo de Roma dedicó la homilía, pronunciada en italiano, castellano y portugués, a destacar el ejemplo de vida que ofrecen al mundo los nuevos santos.

Primera santa brasileña
Al hablar de santa Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, religiosa italiana que fundó en Brasil la comunidad religiosa de las Hermanitas de la Inmaculada Concepción, subrayó su entrega a los necesitados y a los más pobres.

«En el servicio a los pobres y a los que sufren, se convirtió en una manifestación del Espíritu Santo, «consolador, dulce huésped del alma», dijo hablando en «brasileiro» a los miles de peregrinos, entre quienes se encontraba el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

Confesor del rey y apóstol de las cárceles
Al hablar del padre agustino Alonso de Orozco, explicó que «su dedicación pastoral al servicio de los más pobres en los hospitales y cárceles hace de él un modelo para quienes, impulsados por el Espíritu, fundan toda su existencia en el amor a Dios y al prójimo».

El padre Alonso Orozco fue, además, predicador de Felipe II, rey de España entre 1556 y 1598, y autor de obras que se han convertido en clásicos de la espiritualidad.

Tres nuevos santos italianos
Al evocar el ejemplo del fraile franciscano Umile da Biginano, nacido en la sureña región italiana de Calabria, el Papa explicó que «en nuestra sociedad, en la que con demasiada frecuencia parecen perderse las huellas de Dios, fray Umile representa una alegre y alentadora invitación a la mansedumbre, a la benignidad, a la sencillez, y a un sano desapego de los bienes efímeros del mundo».

También es discípulo de san Francisco de Asís otro de los nuevos santos, Ignazio da Santhia, fraile capuchino, conocido en todo el Piemonte de su época por ser un extraordinario confesor. «Sigue recordando todavía hoy a todos los valores de la pobreza, de la sencillez, y de la autenticidad de vida», afirmó el Papa.

Por ultimo, se refirió a Benedetta Cambiaggio Frassinello, fundadora de las Hermanas Benedictinas de la Providencia, destacando su lema de vida: «hacer todo por amor de Dios y para que le guste».

En el momento de la proclamación solemne de los nuevos santos, en la fachada principal de la basílica de San Pedro se desplegaron sus cinco retratos de tamaño gigante. Banderas brasileñas, y españolas hondearon en ese momento, junto a miles de pañuelos agitados por peregrinos que desafiaban el mal tiempo.

Con estas canonizaciones, el Papa Wojtyla durante sus casi 24 años de pontificado ha elevado a la gloria de los altares a un total de 461 santos. A éstos, hay que añadir 1.288 beatos, proclamando así a más de la mitad de los beatos y santos reconocidos en la historia de la Iglesia.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación