VARSOVIA, 9 mayo 2002 (ZENIT.org).- Los tres delegados con los que cuenta Polonia en la Convención Europea pedirán que la futura Constitución europea incluya una invocación a Dios y una referencia a los valores morales cristianos que subyacen en la cultura de Europa.

La postura común fue acordada este miércoles durante una reunión sin precedentes del presidente polaco, Alexander Kwasniewski, ex comunista; el primado polaco, Jozef Glemp, y los ministros y delegados del Gobierno, también ex comunista, encargados de la integración europea.

«La Iglesia polaca desea que el documento final que elabore la Convención Europea, además de los valores económicos y sociales, se base también en los espirituales y éticos», declaró tras dos horas de reunión el portavoz del Episcopado polaco, Adam Schultz.

Coincidió con él el ministro de la Presidencia, Dariusz Szymczycha. «La Iglesia --dijo Szymczycha- es una de las instituciones fundamentales en Europa. Este es el argumento para incluir en el futuro tratado constitucional los valores éticos y religiosos».

Ambas partes citaron como precedente la nueva Constitución polaca, aprobada en 1997, en la que los polacos, más allá de las diferencia ideológicas, acordaron incluir una referencia a los valores tradicionales de la cultura nacional cristiana.

El presidente Kwasniewski citó este miércoles las palabras del primado Glemp para afirmar que la integración de Polonia en la Unión Europea es «una necesidad histórica».