El 16 de marzo, monseñor Duarte Cancino fue asesinado cuando acababa de celebrar una boda en Aguablanca, un sector de barriadas populares de Cali. Pocos días después, era detenido Carlos Augusto Ramírez Castro, sospechoso de ser autor de los hechos.
Ramírez Castro, de 28 años, había sido trasladado al penal donde fue acribillado precisamente para separarlo de Alexander de Jesús Zapata, su cómplice en el crimen del arzobispo de Cali, puesto que la policía había alertado de la posibilidad de que se atentara contra su vida. Zapata permanece detenido en la cárcel de Villanueva de Cali.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos. Entre los muros de la cárcel de Palmira viven actualmente 178 internos, la mayoría delincuentes comunes.