CHICAGO, 11 junio 2002 (ZENIT.org).- Medios de comunicación de Europa y Latinoamérica han dado amplio espacio a la decisión del arzobispo de Chicago, cardenal Francis George, de poner en venta su residencia para evitar el cierre de escuelas católicas en su jurisdicción.
Según recuerda el portal de las comunidades religiosas en Roma [VID ] , la histórica residencia arzobispal se encuentra en pleno centro comercial y económico de la ciudad, y está valorada en medio millón de dólares.
El cardenal George cree que es importante ofrecer un signo fuerte de testimonio y de esperanza. «Un arzobispo debe ser un centro de unidad», escribió explicando su postura.
La decisión final debe ser aún revisada por el Consejo Pastoral Archidiocesano y el Consejo Presbiterial, según confirmaba la agencia católica latinoamericana [ACI ] días atrás.
En cuanto a los beneficios que se obtengan de la posible venta, el arzobispo ha declarado su intención de crear «un fondo escolar para que nunca más tenga que cerrar otra escuela católica. La pobreza cierra escuelas –constataba el purpurado–, y el dinero de la venta de la residencia sería empleado en mantenerlas abiertas», reproduce ACI.