MADRID, 17 junio 2002 (ZENIT.org).- Para el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, «los amenazados y las víctimas del terrorismo son la nueva versión de los pobres del Evangelio en los que se manifiesta el rostro de Cristo».
En su habitual alocución dominical, el arzobispo de Madrid recordó este domingo que «los católicos españoles, estén donde estén, tienen aquí una urgente prueba de toque de la autenticidad de su fe y de su amor a Cristo».
El cardenal Rouco Varela explicó que «los constante e inmediatamente amenazados por el terrorismo organizado de ETA, los que fueron y son sus víctimas, se constituyen para todo cristiano, sea cual sea su vocación y misión dentro de la Iglesia, en una versión nueva, extraordinariamente actual, de la figura del pobre del Evangelio en el que se manifiesta el rostro de Cristo, al que hay que proteger, cuidar y amar eficazmente con el compromiso privado y público de las palabras y de las obras, empeñadas en su defensa y servicio incondicional por encima de cualquier otra consideración humana, del tipo que sea, que habrá de pasar necesariamente a un último plano, mientras no se erradique totalmente la amenaza terrorista».
«Los católicos españoles, estén donde estén –en Madrid, en el País Vasco… en cualquier parte de España–, tienen aquí una urgente prueba de toque de la autenticidad de su fe y de su amor a Cristo», añadió el purpurado.
Refiriéndose al terrorismo de ETA, añadió: «Cuando en una sociedad se instala una organización que programa y realiza sistemáticamente el terror mediante el asesinato o la destrucción de bienes esenciales para la convivencia, la caridad cristiana se siente interpelada hasta lo más hondo de sí misma».