Lo hizo a través de sus obispos delegados ante la coordinadora dialoguista, monseñor Juan Carlos Maccarone, obispo de Santiago del Estero; monseñor Domingo Castaga, arzobispo de Corrientes; y monseñor Agustín Radrizzani, obispo de Lomas de Zamora; y la responsable del equipo de asesores laicos, Cristina Calvo, integrante del consejo nacional de Cáritas Argentina.
El pasado 27 de abril, el cuerpo colegiado destacó –en el documento Testigos del Diálogo, que se dio a conocer al cierre de la 83ª Asamblea Plenaria– que se hayan constituido mesas sectoriales para delinear «medidas de urgencia y estrategias de mediano y largo plazo» en las áreas socio-laboral-productiva, salud, educación, reforma política y reforma de la justicia; pero lamentó que «nunca haya sido convocada» la que estudiará la reforma del Estado.
La reunión del grupo coordinador, en la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), contó también con la presencia del responsable de ese organismo internacional, el diplomático español Carmelo Angulo Barturén; y de los representantes gubernamentales Juan Pablo Cafiero (vicejefe de Gabinete), José María Díaz de Bancalari (diputado) y Antonio Cafiero (senador).
También se sumó el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, quien transmitió los augurios del presidente de la Nación, doctor Eduardo Duhalde, para que se avance en la búsqueda de consensos básicos para atender la emergencia económica y social.
«Para el presidente es muy importante que se llegue a un acuerdo de esta naturaleza», destacó el titular de la cartera política.
Durante el encuentro, donde se presentaron los nuevos delegados episcopales (monseñores Castagna y Radrizzani. Estuvo ausente monseñor Marcelino Palentini, obispo de Jujuy), la mesa dialoguista se quejó de la «indiferencia» de la clase política a firmar el acto de intención que propicia la caducidad de los mandatos en una futura elección, y reconoció que «tuvo muchas restricciones para que se democratizara el debate sobre la reforma económica».