BELLARIA (RIMINI), 23 junio 2002 (ZENIT.org).- Son muchos los problemas actuales que han acaparado la atención del 28º Congreso Nacional de Cáritas
italiana, concluido el jueves en Bellaria (Rimini). Hoy representan un desafío en todos los niveles según explicó Vittorio Nozza, director de la organización en Italia.
En un contexto social y político transformado, se perfila «una Cáritas menos visible como organismo instrumento, pero más reconocible en las palabras y en las acciones de toda la Iglesia, diocesana o italiana –explica Vittorio Nozza–. No significa una Cáritas introvertida, cerrada en sí misma. Seguiremos a todos los niveles dando voz a quien no tiene voz», recoge el servicio de información religiosa SIR de la Conferencia Episcopal Italiana.
En su intervención final en el Congreso, el director de Cáritas italiana aludió al tema de la inmigración refiriéndose al proyecto de ley que estudia el Parlamento italiano para expresar su discrepancia porque el espíritu del texto contiene «la afirmación de una clase de «principio de indeseabilidad» hacia quien llama a la puerta».
En su opinión, esta norma también impide «los procesos de integración según un criterio dominado por la defensa de una identidad que, en algunas representaciones parlamentarias, ha asumido connotaciones de impronta racial». De ahí que advierta de la necesidad de «vigilar los gérmenes de intolerancia».
En el campo de las drogodependencias y de la incapacidad física y mental se está verificando una tendencia a la «segregación» en centros o directamente en las antiguas estructuras de los manicomios. «Se trata de un atropello cultural respecto a toda la tradición de las experiencias católicas más significativas», asegura Vittorio Nozza.
Todo este panorama, subraya el responsable de la institución en Italia, es el marco en el que Cáritas desarrollará «plenamente las tareas propias de su misión» de vigilancia, denuncia, control y formación de las conciencias, con una actuación «no emotiva, serena, compartida a nivel eclesial, que afirme no verdades indiscutibles, sino modalidades alternativas y practicables de afrontar los problemas sociales».
En el contexto internacional, Vittorio Nozza recalca el «firme rechazo de la violencia y de la guerra» y el compromiso para «educar en nuevos estilos de vida, en el ecumenismo, el diálogo entre las religiones, la interculturalidad», sin dejar de «apremiar a los medios de comunicación para que también ellos puedan trabajar por la paz».
Finalmente, Cáritas ha solicitado «más ayudas directas a los países pobres, la reducción de las políticas proteccionistas y la disminución de los aranceles de aduanas para los productos de los países en vías de desarrollo».
En el Congreso se ha comunicado, entre otros proyectos, la presencia de Cáritas italiana en Jerusalén a partir del próximo otoño.
