CIUDAD DEL VATICANO, 21 junio 2002 (ZENIT.org).- Monseñor Jerzy Mazur, el obispo de Irkutsk expulsado de Rusia el 19 de abril, ha estado en Roma para entrevistarse con el Papa y con el responsable vaticano para las relaciones con los Estados, el arzobispo Jean-Louis Tauran.

Monseñor Mazur no ha perdido la esperanza de que las llamadas «serias objeciones» impuestas por las autoridades de la Federación Rusa puedan ser definitivamente aclaradas y, por lo tanto, se le permita regresar a su diócesis.

El obispo polaco subraya en declaraciones concedidas este viernes al diario Avvenire su apertura al diálogo y su deseo de aclarar con los ortodoxos cuestiones controvertidas, como el presunto proselitismo del que se acusa a los católicos.

«La Iglesia católica, también en Rusia --subraya el obispo--, no busca ninguna conversión forzada de los ciudadanos rusos. Nos afanamos, en cambio, en la proclamación del Evangelio, en el proceso de retorno a Dios, prescindiendo de si la persona se encuentra en la Iglesia ortodoxa, católica o en otras confesiones».

En ese contexto, Mazur pone de relieve la exigencia de una oración constante por la unidad de los cristianos: «Es importante animar a la gente a superar las cuestiones que dividen para poder salir de la crisis».

En Siberia es especialmente urgente la «memoria de los sufrimientos padecidos por los fieles de las distintas etnias y confesiones», afirma.

Mazur explica el sentido de tal objetivo en la diócesis más extensa del mundo, con 16 millones de habitantes de etnias y credos diferentes: «Ha comenzado la reconstrucción, tanto de la Iglesia ortodoxa como de las estructuras católicas. Entre las tareas comunes cabe destacar el bien de la familia y la caridad a favor de los pobres».

«La cuestión de mi retorno y, por lo tanto, de la legalidad está en manos de la Santa Sede, de la Federación Rusa y también de Polonia. Ha sido planteada igualmente en los recientes encuentros entre Bush y Putin y entre Bush y los representantes de las distintas religiones, entre ellos el obispo católico Tadeusz Kondrusiewicz».

Mientras tanto, como miembro de la orden de los verbitas, acostumbrado a la paciencia, monseñor Mazur trata de atender la diócesis por correo electrónico.