Uganda: La Iglesia media entre guerrilla y gobierno para acabar con la violencia

ROMA, 18 julio 2002 (ZENIT.org).- Una delegación de la Iglesia Católica de Uganda ha tenido un encuentro de mediación destinado a acabar con 14 años de guerra y muerte con los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA).

En la reunión, que ha tenido lugar en una localidad del norte del país, han participado cuatro personas y ha sido presidida por el arzobispo de Gulu, monseñor John Baptist Odama, según revela la agencia misionera MISNA.

Entre los integrantes de la delegación estaba también el misionero comboniano italiano Tarcisio Pazzaglia, de 68 años (35 de misión en Uganda), quien el año pasado ya se había encontrado con los guerrilleros.

La delegación se reunió con Charles Tabulè, uno de los líderes del LRA, en un lugar fijado por él mismo. La agencia Misna indica que no puede revelar por ahora todos los detalles de la reunión pero está en grado de confirmar que el encuentro se produjo y añade algunos detalles del mismo.

Sin embargo, este miércoles tuvieron lugar dos nuevos ataques del LRA en los distritos de Acholi y Uganda Norte.

Uno de los ataques se produjo contra la misión católica de los Apóstoles de Jesús, una congregación religiosa africana. Hombres armados entraron en la casa del sacerdote robando el teléfono móvil y la emisora de radio y antes de alejarse destruyeron parte del edificio y la motocicleta del único sacerdote presente.

El religioso logró huir de los agresores y refugiarse en el campo. Los soldados del Ejercito ugandés intervinieron al final del asalto, asesinando a tres rebeldes. Al parecer hubo pérdidas también entre los soldados.

Tras el ataque, fueron evacuados el Seminario y la escuela femenina St. Mary College de Aboke (a 20 kilómetros de Alito). La escuela St. Mary había sido teatro, el 10 de octubre de 1996, del secuestro de 152 alumnas por parte del LRA.

También este miércoles por la mañana un civil murió y otros 11 fueron secuestrados por los rebeldes en Agwee, a cinco kilómetros al norte de Gulu. Los rehenes eran casi todos menores de edad.