TORONTO, 26 julio 2002 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal, ha manifestado públicamente su solidaridad al párroco vasco que se ha visto obligado a llevar escolta tras recibir amenazas del grupo terrorista ETA.
El arzobispo de Madrid, que acompaña a los jóvenes de su arquidiócesis que participan en la Jornadas Mundiales de la Juventud con Juan Pablo II en Canadá, explica que se enteró el miércoles por la noche de que el párroco vasco Jaime Larrinaga se ha visto obligado a llevar escolta.
«¿Cómo no vamos a estar cerca de un sacerdote amenazado? Todos, su obispo, sus fieles, la parroquia. Todos estamos cerca de él, diariamente, que es lo importante», explicó el cardenal Rouco Varela, en declaraciones a la prensa.
«No hemos dicho nada antes porque no lo sabíamos», aseguró el cardenal arzobispo de Madrid, saliendo al paso de los comentarios de algunos medios españoles sobre el silencio de la Iglesia en este caso.
«Son muchos los amenazados y los que tienen que llevar escolta. Nos preocupa y lo importante no es hacer declaraciones, sino estar al lado de estas personas diariamente para expresarle nuestra cercanía y toda nuestra ayuda», añadió el cardenal de Madrid.
