MOSCÚ, 1 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El arzobispo católico de Moscú ha declarado que el presidente Vladimir Putin no ha sabido explicar las razones de las expulsiones de un obispo y varios sacerdotes en respuesta a una carta enviada por Juan Pablo II.
Después de la expulsión del obispo de la diócesis católica de San José de Irkutsk, en Siberia Oriental, monseñor Jerzy Mazur, en abril, y del sacerdote italiano Stefano Caprio, las autoridades expulsan ahora al padre Stanislav Krajnak, religioso eslovaco, negándole la renovación de su visado.
El sacerdote, religioso de la Sociedad del Verbo Divino, como monseñor Mazur, que trabajaba en la ciudad de Yaroslavl, a unos 240 kilómetros de Moscú, abandonó el país antes de que caducara su visa el martes, revela el arzobispo católico metropolita de Moscú, Tadeusz Kondrusiewicz.
La expulsión de sacerdotes católicos tiene lugar después de que Juan Pablo II decidiera en febrero pasado la creación de cuatro nuevas diócesis en la Federación Rusa.
«La Iglesia ortodoxa no da visados, de modo que no podemos decir que la Iglesia ortodoxa haya quitado estos visados», ha afirmado monseñor Kondrusiewicz en declaraciones a la agencia AP. «Pero es realmente una coincidencia el que precisamente después del 11 de febrero [cuando las diócesis fueron establecidas] comenzara toda esta campaña».
«Es una campaña contra la Iglesia católica», añade.
El mes de mayo pasado, Juan Pablo II escribió una carta al presidente Putin para pedirle que interviniera en el caso Mazur con el objetivo de que ayudara al obispo a regresar a su diócesis, reveló la Santa Sede.
Monseñor Kondrusiewicz ha revelado que Putin respondió hace más o menos un mes. «La respuesta no nos ha dejado satisfechos», aclara, pues el presidente no explica los motivos del rechazo de los visados.
