GINEBRA, 15 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Existe una «lista negra» de sacerdotes católicos en Rusia que serán expulsados en un futuro, ha revelado el obispo católico de Siberia occidental, quien denuncia una «nueva oleada de persecución» contra la Iglesia católica.

Lo ha revelado monseñor Joseph Werth, obispo católico de Novosibirsk en Siberia occidental, en una serie de conferencias y reuniones celebradas en la semana pasada en Suiza por invitación de la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Monseñor Werth, cuyas revelaciones han sido hechas públicas por el servicio de información de las comunidades religiosas católica «Vidimus Dominum», explicó que esta «lista negra» de las autoridades policiales está compuesta por nombres de una docena de sacerdotes católicos extranjeros que serán expulsados próximamente.

Hasta la fecha, ya ha sido expulsado el obispo católico de San José en Irkutsk, moneñor Jerzy Mazur, obispo de Siberia oriental, así como cuatro sacerdotes católicos de nacionalidad italiana, polaca, y eslovaca.

Rusia, subraya el religioso, tiene necesidad de un «renacimiento espiritual, porque la gente quiere experimentar un verdadero reconocimiento interior», y de hecho sólo el 1% de la población de fe ortodoxa asiste a la iglesia.

Según el parecer de monseñor Werth, los actos de hostilidad contra la comunidad católica (se han organizado, por ejemplo, manifestaciones de protesta, o piquetes) son apoyados por representantes de la jerarquía ortodoxa, pero no tienen mucho seguimiento entre la gente.

«Los fieles, a nivel popular, no odian a la minoría católica --aclara--. En abril pasado, unos dos mil ortodoxos organizaron manifestaciones anticatólicas en una docena de ciudades. A pesar de los llamados de las parroquias ortodoxas, la gente no ha querido salir en masa a la calle para protestar contra la presencia católica».