LONDRES, 1 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Un obispo católico inglés ha condenado el trato propinado por el Gobierno de Robert Mugabe a un misionero británico que actualmente trabaja en Zimbabue.
Monseñor Christopher Budd, obispo católico de Plymouth, ha denunciado que el Patrick Kelly, originario de su diócesis, ha sido interrogado en tres ocasiones por los servicios de seguridad del presidente Mugabe, la Organización de Inteligencia Central (CIO), por supuesta promoción «de la oposición política».
Posteriormente recibió la visita de los llamados «veteranos de guerra» que le ordenaron «dejar de difundir políticas subversivas» o abandonar su parroquia, San Gabriel, en Nyanga, en la diócesis de Mutare, al este de Zimbabwe.
Monseñor Budd declaró en un comunicado hecho público el 27 de agosto que el padre Kelly «ha estado siempre al lado del pueblo y no estaría de acuerdo con dejar de decir la verdad sobre la justicia en Zimbabwe».
«De todos modos, se ha visto obligado a dejar su parroquia por su seguridad personal –añade–. He hablado con el padre Kelly por teléfono y me dijo que un miembro de su parroquia fue golpeado por la Organización de Inteligencia Central tras ser interrogado».
El prelado británico insiste en que «estos hechos no tienen nada que ver con los granjeros blancos de Zimbabwe que ocupan la mayor parte de las buenas tierras y tiene mucho que ver con la actitud fundamental del Gobierno Mugabe hacia su pueblo que es injusta».
El padre Kelly, de 60 años, fue ordenado en 1967 y trabajó en la parroquia de San Pedro, Crownhill, Plymouth, durante cuatro años, antes de incorporarse a la Misión diocesana africana en Kenia, en 1971. Fue enviado a Zimbabwe in 1998, donde trabajó en la parroquia de San Gabriel hasta que fue obligado a dejarla el pasado 21 de agosto.
El sacerdote había sido ya detenido por la CIO en marzo de este año y acusado de promover la oposición política. Posteriormente fue interrogado por la CIO dos veces más, los días 14 y 15 de agosto, con la misma acusación.
