SAN NICOLAS, 16 septiembre 2002 (ZENIT.org).- La cárcel puede ser un lugar de conversión, como lo demuestra una experiencia que viene aplicándose desde hace años en una cárcel argentina.
La Unidad Penal 3, que se encuentra en la diócesis de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, celebra desde este domingo hasta el miércoles próximo, su 14 Cursillo de Renovación Espiritual Carcelaria (CREC). El penal está integrado por 400 internos varones y un pequeño sector de 16 mujeres.
«Desde la Iglesia –relata a Zenit el capellán de la cárcel, padre Arnoldo Clavijo, de la parroquia de San Antonio Ameghino–, los atendemos lo mejor que podemos con catequesis, misa semanal, devociones, y ayuda material. El señor obispo va seguro una o dos veces al año».
Este cursillo, añade el capellán, es «copiado de los Cursillos de Cristiandad (pero adaptado) y al terminar el mismo siempre hay algún bautismo, confirmaciones, confesiones y comuniones. Los sacerdotes de la diócesis que son invitados siempre responden con generosidad, al igual que las comunidades parroquiales».
El miércoles, el cursillo culminará a las cinco de la tarde con una misa concelebrada y presidida por el obispo de San Nicolás, monseñor Mario Maulión.
Durante los tres días del Cursillo, un grupo de mujeres detenidas, procesadas y algunas con condena, realizarán también un retiro en sector aparte del habitual y orientadas por el padre Heriberto Sartori y el capellán padre Clavijo.
La convivencia espiritual de estos días incluye la posibilidad de encontrarse con un grupo de voluntarias laicas que ofrecerán espacios de charlas, testimonios de vida, cantos, oraciones y talleres. Durante el Cursillo, sacerdotes, voluntarias e internas compartirán las comidas.
Distintas comunidades parroquiales, grupos de jóvenes y movimientos de Iglesia participan activamente, aportando los necesario para la comida de estos días, así como también material para la reflexión de los cursillistas.
Las autoridades conceden los permisos sin problemas mientras que las voluntarias colaboran en todo el apoyo espiritual y logístico. Internas que hicieron el CREC el año pasado colaboran asimismo en la buena marcha de esta 14 convocatoria.
No falta la colaboración desde el exterior, proporcionada por un grupo de personas que dan tanto colaboración económica como de otro tipo.