El encuentro forma parte de la preparación de la Gran Misión Nacional que han lanzado los obispos con el lema «Jesucristo: 2000 años entre nosotros». La iniciativa busca hacer de todos los laicos «misioneros».
El auditorium del ITePE, que se quedó pequeño para acoger a los presentes, acogió a laicos delegados de numerosas parroquias de la arquidiócesis capitalina, movimientos apostólicos, sacerdotes y religiosas, quienes fueron informados sobre los talleres de preparación para la Gran Misión Nacional, informa la Conferencia Episcopal del país.
Según está previsto, durante la Gran Misión, los misioneros visitarán, casa por casa, a todas las familias de cada una de las parroquias para que participen en pequeñas asambleas en lugares predeterminados. Estas asambleas tendrán como punto elemento central el estudio de las Sagradas Escrituras y el rezo del rosario.
El evento fue inaugurado por el presidente del CAL-Q, arquitecto Gustavo Hernández quien dirigió palabras de bienvenida a los laicos y agradeció la asistencia de los párrocos pues de «esta manera nos vemos alentados por los ministros de Nuestro Señor en esta gran tarea que daremos inicio en Quito, siguiendo las instrucciones de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y los más entrañables deseos del Santo Padre, nuestro querido Papa Juan Pablo II».
Posteriormente el vicepresidente del CAL-Q, el señor William López de los «Heraldos del Evangelio» hizo una oración pidiendo al Espíritu Santo gracias de fe, compenetración y sabiduría para que «llevemos el mensaje evangélico a todos nuestros hermanos al tocar el timbre de sus hogares y que, ellos vean en nosotros a otros Cristos».
La parte central de la jornada fue la ponencia del entusiasta y afamado sacerdote dominico, el padre Antonio Cabrejas quien es director del ITePE y Secretario Ejecutivo de la Gran Misión Nacional.
Con palabras didácticas el religioso invitó a los líderes laicos de Quito a «estudiar, profundizar y amar la doctrina católica, pues es esta la única manera de transmitir a nuestros hermanos las verdades del Divino Salvador. No sólo debemos estudiar sino que vivir lo que el Señor nos enseña, para de esta manera dar testimonio en un mundo secularizado, pues si bien la palabra atrae es aún más verdadero que el ejemplo arrastra».
«El Santo Padre nos ha instado a todos los católicos para que vayamos como hicieron los 72 discípulos, como corderos entre lobos, yendo de dos en dos, sin alforjas, sin calzado, para comunicarles a aquellos que visitemos en sus casas la paz , la fe, el amor de Dios, y la esperanza en el Reino. Sepan que nuestros hermanos están esperando sedientos una palabra de entusiasmo y un ejemplo vivificador», dijo el sacerdote.
El director del ITEPE respondió numerosas preguntas e inquietudes, por parte de los líderes laicos.
