CIUDAD DEL VATICANO, 25 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Misericordia, verdad, justicia y paz son como los cuatro puntos cardinales de la geografía del espíritu, explicó Juan Pablo II en la audiencia general concedida este miércoles a más de 10 mil peregrinos este miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El pontífice dedicó el encuentro al aire libre, en un día de sol cálido, a meditar en el Salmo 84, «un canto gozoso y lleno de esperanza en el futuro de la salvación», marcado por una petición: «Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación».
La salvación, afirmó el Papa continuando con la serie de meditaciones sobre los cánticos del Antiguo Testamento comenzada el año pasado, implica dos elementos decisivos: por una parte «Dios que perdona»; por otra, «la conversión del hombre que se arrepiente».
«La conversión es un «regreso» al camino derecho que lleva a la casa del Padre, quien nos espera para abrazarnos, perdonarnos, y hacernos felices», siguió diciendo.
A la luz de este abrazo entre el hombre y Dios, el salmo comentado por el pontífice se abre a un «mundo nuevo», «en el que el amor de Dios y su fidelidad, como si fueran personas, se abrazan; así como la justicia y la paz se besan al encontrarse».
«Todas las virtudes antes expulsadas de la tierra a causa del pecado vuelven a entrar ahora en la historia y, al cruzarse, dibujan el mapa de un mundo de paz», añadió.
De este modo, aclaró, «misericordia, verdad, justicia y paz se convierten como en los cuatro puntos cardinales de esta geografía del espíritu».
Este «mundo nuevo», concluyó el Papa citando un texto de Ireneo de Lyón del siglo II, encontró su máxima expresión en la venida de Cristo, «el manantial de la misericordia, el retoño de la verdad, el florecimiento de la justicia, el esplendor de la paz».