La reflexión del encuentro se centró «lo que el Espíritu Santo le está diciendo a la Iglesia europea en estos años de unificación política y económica para comprender los dones que los carismáticos aportan a la Iglesia».
La guía en este camino ha sido la carta Apostólica de Juan Pablo II «Novo Millenio Inneunte», en la que alienta a todas las instituciones eclesiales a «remar mar adentro» a todos los niveles a inicios de milenio.
El encuentro fue inaugurado por el presidente del subcomité europeo del ICCRS, Nikol Baldacchino y por el vicepresidente del ICCRS, Matteo Calisi; la clausura tuvo lugar con la eucaristía celebrada por el arzobispo de Czestochowa, monseñor Stanislaw Nowak.
Los participantes han realizado también una peregrinación a dos lugares significativos: el campo de concentración de Auschwitz, testigo mudo del exterminio de judíos y de otros seres humanos durante la segunda guerra mundial; y el Santuario de la Divina Misericordia de santa Faustina Kowalska, en Cracovia, consagrado por Juan Pablo II este mes de agosto.
Los desafíos que tiene que afrontar la Renovación carismática en Europa fueron expuestos por el arzobispo Stanislaw Rylko, secretario del Consejo Pontificio para los Laicos.
La Renovación carismática católica surgió en febrero de 1967 en un retiro de estudiantes en un College estadounidense de Pittsburgh. Hoy es el movimiento eclesial más numeroso del mundo, presente en prácticamente todos los países.
Más información sobre la Renovación Carismática Católica Internacional en http://www.iccrs.org.