La explosión se registra tres días después de que siete personas muriesen y más de un centenar resultaran heridas el jueves en dos atentados con bomba registrados en esa ciudad.
Hasta el momento, ningún grupo se ha responsabilizado de la explosión de hoy, que, al parecer, se debió a una bomba de fabricación casera, informó la Policía filipina
La alcaldesa de Zamboanga, María Clara Llobregat, ha informado a la emisora de radio filipina dzMM de que «la explosión ha ocurrido en la entrada de un centro religioso» y los heridos han sido trasladados a un hospital.
Según varios testigos, el artefacto explosivo estaba instalado en un ciclotaxi aparcado junto a una de las puertas del Fuerte Pilar, una iglesia y santuario católicos en torno al cual los domingos se organiza un mercadillo.
Los cuerpos de seguridad han detenido a cuatro personas en relación con las explosiones del jueves, también causadas por bombas de fabricación casera.
Otra explosión ocurrida el viernes pasado en un autobús en Manila causó la muerte a cuatro personas y heridas a más de una veintena. Este último suceso fue atribuido por la policía a una banda de delincuentes que trataban de extorsionar al dueño de la empresa de autobuses.
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, había puesto al Ejército y la policía en estado alerta para prevenir nuevos atentados en el país.
El Gobierno de Macapagal fue el primero del sureste asiático en unirse incondicionalmente a la campaña contra el terrorismo que lanzó Estados Unidos tras los ataques del 11 de septiembre del 2001.