CIUDAD DE MÉXICO, 23 octubre 2002 (ZENIT.org).- La Iglesia en México debería gozar de la libertad de tener sus propios medios electrónicos, o medios de comunicación no impresos. Así lo reclamaron este domingo el cardenal Norberto Rivera y los obispos de Ciudad Juárez y León, Renato Ascencio León y José Guadalupe Martín Rábago respectivamente.
Ante el anuncio que hizo la semana pasada la Secretaría de Gobernación, según el cual prepara un proyecto de reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público –que permitiría a las Iglesias la posesión de medios masivos de comunicación no impresos–, los prelados recordaron que ello sería un paso hacia la libertad religiosa que debe imperar en México.
Al concluir la celebración eucarística en la Catedral Metropolitana, el cardenal Rivera constató que hace diez años, se dio un paso importante para la libertad de culto, pero no es suficiente. «Creo que México tiene que caminar más para que haya una auténtica libertad religiosa, y no solamente libertad de culto (…). Creo que todos los ciudadanos tenemos el derecho a la libre expresión».
En esta cuestión, el trato debe ser igual para todos, sin excepción. «Hay todavía mexicanos –constató el arzobispo primado de México– que piensan que ellos deben de tener plena libertad de expresión y la ley de la mordaza para otros. Eso no puede continuar así».
La libertad de expresión en el país debe ser «para todas las religiones, para todos los grupos sociales, para todas las personas», afirmó el cardenal Rivera.
El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, consideró un derecho de las distintas Iglesias acudir a los medios de comunicación para difundir sus convicciones, según recoge el Diario Reforma .
Al finalizar la Eucaristía en la Catedral de León, Martín Rábago coincidió en que la actual ley de culto en México es restrictiva y afecta a las asociaciones religiosas, que actualmente están imposibilitadas para difundir sus creencias a través de medios de comunicación no escritos.
«Nosotros tenemos un derecho, pero la ley actual es restrictiva en este sentido al impedirnos acceder a medios masivos de comunicación, aparte de los escritos», constató el obispo de León.
«En la asamblea que tuvimos los obispos sobre la libertad religiosa –recordó — se plantearon varias sugerencias, entre otras que la Iglesia, no solamente católica, sino en general, tuviera el derecho a acudir a los medios masivos de comunicación para dar a conocer sus propias convicciones. Esperamos una pronta respuesta del Gobierno federal en este sentido».
Ante la perspectiva de posibles usos abusivos por parte de alguna asociación religiosa, el prelado ha reclamado a la Secretaría de Gobernación una reglamentación que evite en lo posible cualquier tipo de abusos, «pero los abusos no pueden suprimir los usos», puntualizó.
Por su parte, Renato Ascencio León, obispo de Ciudad Juárez, consideró que la Iglesia deber contar con sus propios medios de comunicación para divulgar el Evangelio, sin depender de terceros. Ello no supone que la Iglesia pretenda una hegemonía que suplante a los demás medios de información, observó el prelado.
En la actualidad, la Iglesia en el país, para la difusión de sus actividades propias de fe, tiene que depender de otras instituciones y empresas televisoras, así como de los compromisos de estas compañías, para hacer llegar el mensaje evangelizador a todas las comunidades de la diócesis.
«No son nuestros medios –explica el obispo de Ciudad Juárez–. Siempre tenemos que estar pidiendo a los demás y teniendo ciertos acercamientos para que esto (la difusión eclesiástica) se realice».