Antes de despedirse de los presentes, hablando en inglés, saludó a la delegación del Departamento de Policía de Nueva York y Nueva Jersey, dijo «que honra a sus compañeros oficiales que dieron sus vidas en el ataque terrorista del año pasado en Nueva York».
La delegación de la policía neoyorquina entregó al Papa una cruz realizada con metales del World Trade Center.
De las cerca de tres mil personas que murieron en el ataque, 38 eran oficiales de la policía, que trabajaban cerca de las Torres Gemelas.