BARCELONA, 30 octubre 2002 (ZENIT.org).- El cardenal Ricard Maria Carles, arzobispo de Barcelona, ha constatado que los inmigrantes están ayudando a evangelizar la capital catalana.
«La inmigración está representando una inyección positiva en la evangelización de la diócesis, y se está notando una revitalización de la vida espiritual entre los jóvenes católicos», afirmó el purpurado.
En declaraciones a la agencia Europa Press, el cardenal constata que «una parte de los inmigrantes que llegan son católicos. De un lado nos encontramos con el reto de atenderles en su vida espiritual, pero también en muchos de ellos encontramos ayuda».
«Así, tenemos ecuatorianos inmigrantes que están dando catecismo. Bastantes inmigrantes de Iberoamérica son personas bien formadas y con una vida cristiana intensa. Miles de filipinos, por otro lado, participan en las celebraciones de la iglesia de San Agustín de Barcelona y en otras iglesias, añade.
«En el caso de los países del Este unos son católicos y muchos otros ortodoxos, pero en sus casas están los iconos y rezan a la Virgen», explica.
El cardenal afirmó que «Cáritas está haciendo una gran labor pastoral con los inmigrantes, tanto en ayuda material como en atención espiritual. Y lo mismo hacen los sacerdotes y seglares de muchas parroquias y santuarios».
Carles señala que Caritas y muchas parroquias también ayudan a los inmigrantes musulmanes, al menos en el aspecto material y de acogida humana y cristiana.