CIUDAD DEL VATICANO, 7 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II afirmó este viernes que los organismos y conferencias episcopales están para servir a los obispos, no para suplantarlos; y pidió evitar la «burocratización» en la Iglesia.
El Santo Padre presentó esta consigna al encontrarse con 37 obispos de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, que del 27 de enero al 8 de febrero han cumplido con su quinquenal visita «ad limina» al Papa y a la Curia romana.
Entre los presentes, se encontraban el obispo Jayme Henrique Chemello, presidente la conferencia episcopal brasileña, y el cardenal José Freire Falcao, arzobispo de Brasilia.
«Las Conferencias Episcopales cooperan con una ayuda fecunda y diversificada para dar vida y de manera efectiva y concreta a la unión colegial», aseguró el Papa.
Por este motivo, el Santo Padre alentó a los obispos a participar en los trabajos de la Conferencia Episcopal, pero estableció dos límites.
Por una parte, la Conferencia debe limitarse «aquellos asuntos que deben ser afrontados por ella, según sus estatutos, para el bien del conjunto de las diócesis».
El otro límite es, según el Papa, la dedicación pastoral de un obispo a su diócesis, que no puede ser descuidada por su participación en actividades de las conferencias episcopales.
El obispo de Roma constató en este sentido «el exceso de organismos y de reuniones, que obliga a muchos obispos a permanecer con frecuencia fuera de sus diócesis».
Este fenómeno, aclaró, «además de ser contrario a la «ley de residencia» (canon 395), tiene consecuencias negativas tanto en la cercanía del obispo con los sacerdotes como en otros aspectos pastorales, como podría ser el caso de penetración de las sectas».
El Santo Padre pidió a los obispos evitar «la multiplicación excesiva de los organismos, la burocratización de los organismos y comisiones subsidiarias que continúan activos en el período entre las reuniones plenarias: estos organismos existen para ayudar a los obispos y no para suplantarlos».