Se trata de la correspondencia entre las Nunciaturas de la Santa Sede en Munich y en Berlín contenida en los archivos de la Sección de las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado del Vaticano y en el Archivo Vaticano durante los años del pontificado de Pío XI (de 1922 a 1939).
Se trata de documentos que han despertado un gran interés pues permiten documentar la labor de Eugenio Pacelli, primero nuncio apostólico en Alemania y después secretario de Estado. En 1939, sería elegido Papa con el nombre de Pío XII.
En declaraciones concedidas a Radio Vaticano, el padre Sergio Pagano, prefecto del Archivo Secreto Vaticano, respondió a la pregunta que muchos medios de comunicación se han hecho al hacerse público el anuncio: ¿cambiará algo de lo que los historiadores ya saben?
El padre Pagano prefiere dejar que sean los historiadores quienes responsan a la pregunta investigando en los archivos, aunque a título personal opina que no cree que en estos archivos se «puedan encontrar revelaciones sorprendentes».
Ahora bien, aclara, «ninguno de nosotros puede saber qué es lo que contienen en detalle estos centenares de sobres: se trata de millones de documentos que hay que analizar uno por uno. Por tanto, no se puede excluir tampoco el que se dé algún descubrimiento».
La preparación de la apertura de los archivos ha consistido en la elaboración de inventarios y del índice. Par 2005, Juan Pablo II ha establecido la apertura de todo el material relativo al pontificado de Pío XI.
Ya desde ahora los investigadores pueden disponer del inventario de la Nunciatura de Baviera de monseñor Eugenio Pacelli (19917-1925) así como el de la Nunciatura de Berlín desde la llegada de Pacelli hasta que fue sustituido por su sucesor, monseñor Cesare Orsenigo.
El padre Pagano recuerda que el Archivo de la Nunciatura de Berlín fue destruido en los bombardeos de finales de 1943, de modo que se perdieron todos los documentos que allí se encontraban, desde 1930-1931 a 1942.