NUEVA YORK, 22 febrero 2003 (ZENIT.org).- Aumenta de nuevo la preocupación por el aborto selectivo en la India y en otros países asiáticos. Es difícil conseguir datos exactos, pero un análisis publicado el 8 de febrero en el Financial Times hablaba de un déficit nacional en la India de 40 millones de mujeres.
El uso de las pruebas de ultrasonidos para determinar el sexo del niño no nacido está al orden del día, afirmaba el artículo, y en algunas aldeas la proporción por sexos es de 6 a 7 chicos nacidos por cada 3 chicas.
Recientes encuentros que han convocado a líderes de todas las creencias han condenado la práctica del infanticidio femenino, pero sus declaraciones han atraído poco cobertura en la prensa local, afirmaba el Financial Times.
Gran parte de la culpa de la preferencia por los chicos la tiene la cultura hindú junto con las tradiciones feudales y de casta. Muchos observadores también han notado que la eliminación de las chicas se realiza para evitar pagar las dotes, aunque los datos pueden no apoyar este punto de vista, al menos en algunos casos.
El Financial Times citaba un informe del gobierno indio de mediados de los años noventa, en el que se mostraba que la eliminación selectiva de las chicas no se debe a factores educativos ni económicos. De hecho, en dos estados, Punjab y Haryana, el número de chicas se ha reducido a pesar de que los ingresos han aumentado. También existen grandes disparidades en el porcentaje de distribución por sexo de los niños en las regiones más pobres del norte de la India.
Según un estudio publicado en la entrega de diciembre de Population and Development Review, las estimaciones provisionales del censo de la India del 2001 revelan una relación de porcentaje de sexos de 107.8 varones por cada 100 niñas. El exceso de varones está en claro aumento con respecto al censo de 1991, que mostró un nivel de 105.8 varones. Hay grandes diferencias regionales, con un porcentaje que supera los 110 varones por cada 100 niñas en 10 de los 26 estados de la India.
Usar los ultrasonidos para determinar el sexo de los fetos se está volviendo cada vez más común, a pesar de la prohibición del gobierno. Según el artículo de Population and Development Review, hasta hace poco ha habido poca oposición doméstica al infanticidio femenino, incluso en las organizaciones de mujeres. Las feministas están divididas en este tema, enganchadas entre su apoyo al «derecho» de la mujer al aborto y su oposición a que se elimine a las niñas.
El desequilibrio en el porcentaje de sexos está creando graves problemas a los jóvenes que buscan novia. La escasez de esposas también se está dejando sentir en China, donde el aborto selectivo por sexos es común. El London Times informaba el 7 de diciembre que 10.000 mujeres vietnamitas son raptadas y vendidas a chinos cada año, debido a la escasez doméstica.
En grandes zonas de China hay hasta un 20% más de chicos que de chicas, llevando a los chinos a pagar hasta más de 4.000 dólares por una mujer vietnamita raptada, informaba el Times. En los últimos años 33.000 mujeres vietnamitas raptadas han logrado escapar de China, pero en un número muy superior a esa cifra todavía siguen atrapadas, afirmaba el periódico.
Visión selectiva
El tema de las chicas desaparecidas es bien conocida –en meses recientes tanto el Washington Post como el Chicago Tribune publicaron extensos artículos sobre la materia. Sin embargo, los lectores del último informe de «Estado de la Población Mundial» realizado por el Fondo de Población de Naciones Unidas buscarán en vano un análisis sobre el tema.
El informe del 2002, publicado en diciembre, se centra sobre cómo la planificación familiar puede ayudar a los países en vías de desarrollo y a las mujeres. Se dedica un capítulo entero a «Desigualdad de las Mujeres y de Género», pero no se hace mención alguna a cómo la planificación familiar llevará a la muerte de millones de chicas en los países más poblados.
De hecho, el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) toma un punto de vista muy selectivo en temas de población. El informe impulsa un aumento de los fondos para la planificación familiar para reducir la pobreza en los países en vías de desarrollo.
Sin embargo, la relación entre población y desarrollo económico resulta complicada. Los expertos en economía difieren en el hecho de que una mera reducción del número de hijos conduzca a un mayor crecimiento. Una de las fuentes del informe de UNFPA se basa sobre la colección de ensayos de 2001 «Temas de Población: Cambio Demográfico, Crecimiento Económico y Pobreza en el Mundo en Vías de Desarrollo». Una larga crítica a este libro, en la entrega de junio de Population and Development Review, observaba las muchas dificultades asociadas con este tema.
La revista, una publicación de la organización privada Population Council, ella misma también activa en la promoción de la planificación familiar, observa que para comenzar muchos de los datos de los ensayos son más bien antiguos, con sólo unos cuantos capítulos que recogen información de los años 90. La revista también hace notar cómo no hay acuerdo entre los expertos sobre la manera en que la demografía podría entrar dentro de los modelos de crecimiento económico. Mientras que los niveles de población tienen cierta influencia, concluía la revista, se sabe realmente poco sobre la naturaleza de los lazos entre crecimiento de población y pobreza.
El envejecimiento global
Para tratarse de un informe que impulsa a examinar la relación entre demografía y desarrollo económico, el UNFPA muestra un curioso silencio sobre el problema que afecta a cada vez más países, es decir, el envejecimiento global debido a la falta de niños.
Un estudio del Wall Street Journal del 24 de enero sobre el declive de la fertilidad precisaba que el ya largo declive en porcentaje de nacimientos de Europa Occidental es ahora frecuente en Europa de Este, Asia y Latinoamérica. En muchos países en desarrollo –India, Indonesia, Brasil, México e Irán– el porcentaje de fertilidad ha caído más rápido que lo que se predijo.
De hecho, la División de Población de Naciones Unidas, un centro profesional demográfico sin conexiones con el UNFPA, pronostica ahora que la población mundial (actualmente de 6.000 millones) podría alcanzar los 9.000 millones en el 2050. Hace una década el pronóstico era de 12.000 millones.
Al declinar de la fertilidad le sigue el envejecimiento de la población, y toda una serie de problemas económicos. Uno de los muchos estudios recientes sobre este tema, «The Macroeconomic Impact of Global Aging» de Robert S. England, observaba: «Existe un amplio consenso en que el envejecimiento de la población hará descender el crecimiento económico».
El libro de England pone de relieve la investigación llevada a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que demuestra cómo los países que envejecen probablemente sufrirán un declive en el ahorro doméstico y un aumento del endeudamiento gubernamental debido al incremento de los costes de salud y pensiones. Los modelos económicos apuntan a cómo un descenso en la fuerza laboral podría quitar un punto porcentual o más de crecimiento económico.
Esto fue confirmado por un estudio reciente de la Unión Europea (UE) que pronostica que el potencial de crecimiento de la economía de la UE podría contraerse casi en un 1,25% al año, la mitad del porcentaje de Estados Unidos. La diferencia podría tener su causa en que Europa se vuelve más vieja, comparada con la economía de Estados Unidos aumentada por la inmigración y el aumento del porcentaje de fertilidad, afirmaba el Financial Times del 11 de diciembre.
La contracción de la fuerza laboral ya está causando problemas en algunos países. La ag
encia gubernamental Statistics Canada publicó un informe el 11 de febrero observando que el envejecimiento de la fuerza laboral es motivo de preocupación en los sectores de la salud y la educación. Además, los médicos ya tienen más edad en porcentaje que el resto de la fuerza laboral en general, «lo que implica preocupación por la escasez potencial».
Y en Escocia, un estudio del Global Entrepreneurship Monitor encontró que la baja natalidad podría ser la causa del bajo nivel de creación de empresas en la región, informaba el 12 de febrero el Financial Times. La población de Escocia se ha reducido desde 1974 y continuará haciéndolo, afirma el registrador general del país.
Sobre éste y otros problemas, guarda silencio el informe del UNFPA. El pesimista punto de vista neo-maltusiano sobre la población se ha visto desacreditado cada vez más en los últimos años. Es el momento de que alguien ponga al día al UNFPA.