CIUDAD DEL VATICANO, 20 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II recordó este jueves que antes de emprender una misión de renovación, es preciso renovarse uno mismo mediante la conversión interior.
Fue el mensaje que envió el Papa a los asistentes espirituales de Acción Católica Italia, reunidos en Roma en el congreso Nacional sobre el tema: «Hacer nueva Acción Católica en la parroquia».
Ante los rápidos cambios que caracterizan el inicio del nuevo milenio, «sólo una Acción Católica renovada puede contribuir a renovar la parroquia», afirmó el Papa. Por ello, alentó a los asistentes espirituales de la organización a acompañar y sostener a ésta en el camino de la propia renovación con su ministerio sacerdotal.
Como recordó el Santo Padre, la auténtica renovación de la Acción Católica sólo es posible mediante la «humilde audacia» de fijar la mirada en Jesús, «que hace nuevas todas las cosas».
«La indispensable renovación estructural y organizativa será el resultado de una singular “aventura del Espíritu”, que conlleva la conversión interior y radical de las personas y de las asociaciones a varios niveles: parroquial, diocesano y nacional».
Una espiritualidad de comunión, vivida con el obispo y con la Iglesia local, es la «contribución que la Acción Católica Italiana puede dar a la comunidad cristiana», concluyó el Papa. De hecho, subrayó que éste es un elemento anterior a la programación de iniciativas concretas.
La Acción Católica es una asociación eclesial de laicos institucionalizada por Pío XI. En los años noventa, era en Italia la organización eclesial más grande, con medio millón de adherentes.
ÚLTIMAS NOTICIAS
Feb 20, 2003 00:00