En una carta dirigida a los párrocos de la capital chilena, publicada por el portal www.iglesia.cl, señala que este llamado a orar por la paz lanzado por Juan Pablo II tiene lugar en un momento crucial para la humanidad.
«La amenaza de una guerra en Irak es cada día más evidente y, de concretarse, traerá una secuela de dolor, sufrimiento y muerte para miles de personas. Con repercusiones también en la vida económica y social de muchas naciones, también en Chile», afirma la misiva.
Agrega que la Cuaresma «es un tiempo propicio para la conversión del corazón, para volver a fundar nuestra vida en Dios y para la reconciliación. La paz es posible, pidámosla al Señor que vino a traerla, a derribar los muros de la enemistad».