MADRID, 10 marzo 2003 (ZENIT.org).- Damián García-Olmo, profesor titular de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid y cirujano del Hospital Universitario La Paz (Madrid), es uno de los ponentes que presentará los resultados obtenidos con el uso de células madre adultas en el tratamiento de diversas enfermedades, en un simposio que se celebrará en el Hospital Universitario La Paz el próximo 18 de marzo.
Se trata de un tratamiento que no plantea problemas éticos, ya que no implica la destrucción de vidas humanas embrionarias, y que además es el único que está dando actualmente resultados desde el punto de vista clínico, como explica en esta entrevista.
–Usted ha desarrollado una investigación sobre el tratamiento de algunas enfermedades con células madre adultas, y parece haber obtenido buenos resultados.
–Damián García-Olmo: En el Departamento de Cirugía del Hospital Universitario «La Paz» de Madrid estamos desarrollando un estudio sobre el uso de células madre autólogas (del propio individuo) para el tratamiento de las fístulas en la enfermedad de Crohn (Una enfermedad inflamatoria intestinal que aumenta rápidamente de incidencia en países desarrollados y que afecta sobre todo a jóvenes). La aparición de fístulas en la enfermedad de Crohn es una importante causa de sufrimientos por su gran resistencia a curar con los tratamientos clásicos. Por otra parte, a partir del año 2001, la terapia celular se está introduciendo rápidamente en muchas ramas de la medicina, en especial desde la introducción del uso de células madre adultas. Esto permite el autotrasplante (trasplante autólogo) sin problemas de rechazo y obvia los graves problemas clínicos y éticos del uso de células madre de origen embrionario. Con el estudio que estamos desarrollando nos proponemos conocer si es posible y seguro utilizar células madre adultas en el tratamiento de las fístulas que aparecen en los pacientes con enfermedad de Crohn.
–¿En qué consiste?
–Damián García-Olmo: En determinados pacientes con esta enfermedad, realizamos una liposucción de 100 cc de grasa subdérmica. De esta grasa extraemos una pequeña cantidad de células madre que posteriormente son expandidas en cultivo (ex – vivo). Cuando han crecido y tenemos un número suficiente, se realiza la intervención quirúrgica de la fístula siguiendo los métodos habituales, pero además se inyectan en diferentes puntos del trayecto fistuloso entre 9 y 12 millones de estas células madre autólogas cultivadas.
–¿Cuál es la experiencia actual?
–Damián García-Olmo: Desde que se obtuvieron todos los permisos legales y se comenzó la fase clínica, dos pacientes han completado el seguimiento programado, alcanzando temporalmente la curación completa de la enfermedad fistulosa. Se trataba de una fístula recto-vaginal y de una fístula enterocutánea, ambas en mujeres jóvenes y con numerosas operaciones previas fracasadas por esa misma causa.
Del seguimiento de estos enfermos podemos deducir que: 1º Por liposucción podemos obtener un suficiente número de células madre. 2º.- Estas células se reproducen bien en cultivo y entre 5 y 7 días se obtiene una cantidad suficiente para su uso clínico. 3º.- La inyección celular no produjo en ningún momento fenómenos de rechazo. 4º.- No se ha producido un crecimiento celular incontrolado que suponga riesgo tumoral. 5º.- Los efectos reparadores de esta terapia parecen comenzar al cabo de 4-8 semanas de la inyección.
–¿En qué punto está actualmente la investigación con células madre adultas?
–Damián García-Olmo: El año 2002 ha sido un año clave. Tanto que ha dado un vuelco a las expectativas sobre la investigación de usos potenciales de células madre. Hasta ese año era casi un dogma que las células madre adultas estaban tan diferenciadas que difícilmente serían útiles en terapia celular. Pero en julio de 2002 el grupo de investigación de la Universidad de Minnesota (USA) dirigido por la Profesora Catherine Verfaillie publicó en la revista “Nature” (una de las más prestigiosas de la literatura científica y extremadamente exigente a la hora de publicar resultados) un estudio en el que demostraba que células madre obtenidas de la médula ósea de los adultos podían diferenciarse en prácticamente todos los tipos celulares conocidos en el adulto y concluía diciendo que por tanto era la fuente de células ideal para el tratamiento de enfermedades degenerativas (Cf. Nature 2002 Jul 4;418(6893):41-49).
En diciembre de ese mismo año 2002, científicos de la Universidad de UCLA (USA) tienen hallazgos similares utilizando células madre obtenidas por liposucción. En este trabajo consiguen obtener incluso auténticas neuronas partiendo de estas células que procesan de la grasa (similares a las usadas en nuestras investigaciones) (Cf. Molecular biology of the cell. December 2002;13:4279-4295).
Nos encontramos pues ante resultados obtenidos por prestigiosos investigadores que trabajan en distintos laboratorios y publicados en revistas de alto impacto mundial. Esto en ciencia es ley.
–¿Se concede importancia a nivel de financiación y de reconocimiento académico este tipo de investigaciones?
–Damián García-Olmo: La investigación en terapia celular está siendo una de la líneas de investigación preferentes en España. No obstante teniendo en cuenta la gran potencialidad que se vislumbra en este tipo de terapia pienso que se deberían doblar esfuerzos.
–¿Son más idóneas para desarrollar terapias actualmente las células madre adultas que las embrionarias? ¿Por qué?
–Damián García-Olmo: Que sepamos, en España, no hay ningún estudio clínico aprobado para el uso de células madre procedentes de embriones. Esto es actualmente inviable por los enormes riesgos potenciales que conlleva (tumores, problemas de rechazo, necesidad de terapia inmunosupresora, etc.). Sin embargo, en España, hay al menos tres programas de uso clínico de células madre adultas en patología humana que están demostrando que el uso de estas terapias es factible y seguro. Estos grupos van a presentar sus resultados durante un simposio que se celebrará en el Hospital Universitario La Paz el próximo 18 de marzo.
–Sin entrar en consideraciones éticas sino sólo con los resultados clínicos en la mano, ¿cree que la presión de algunos sectores por potenciar y dotar de recursos la investigación con embriones obedece a una real expectativa de obtener resultados o se mezclan en el tema cuestiones diversas a las meramente científicas?
–Damián García-Olmo: Lo que pienso es que la comunidad científica, después de muchos años de investigar sobre células madre embrionarias como la mejor fuente para la terapia celular, aún no ha asimilado el cambio copernicano que se ha producido en el conocimiento durante el año pasado. Tenga en cuenta que no hace ni un año desde la publicación de los trabajos de Catherine Verfaillie. Además los médicos clínicos tardamos bastante tiempo en asimilar lo que descubren los investigadores básicos.
–Gran parte de las argumentaciones a favor de la investigación con células totipotentes embrionarias es que supuestamente podrían desarrollar terapias en el caso de la diabetes, por ejemplo. ¿Se ajusta a la realidad de los resultados de las investigaciones actuales o es una hipótesis aún no demostrada?
–Damián García-Olmo: En este momento solo son hipótesis de investigación. Las únicas realidades clínicas actuales son el uso de células madre adultas (autólogas: del propio individuo enfermo) para conseguir regeneración de tejidos (miocardio, perianal…). Por los resultados que están comunicando los investigadores de ciencias básicas, podríamos llegar a la conclusión que las células madre adultas podría
n ser tan versátiles como las embrionarias. Esto para los médicos que trabajamos en el ambiente clínico supondría un avance trascendental ya que no tendríamos que temer al rechazo inmunológico y por ello podríamos obviar el uso de los problemáticos fármacos inmunosupresores. Además por las primeras experiencias clínicas sabemos que el implante de estas células no tiene el temible problema de la formación de tumores (teratomas malignos) comunicado con el uso de células embrionarias. Más aún la tecnología para trabajar con células madre adultas es mucho más barata y sencilla que la que requerirían las células madre embrionarias.
–Última pregunta: la investigación con células embrionarias ¿debería por fuerza suponer la destrucción de embriones humanos? Es decir, para que avancen este tipo de investigaciones ¿es imprescindible utilizar embriones humanos o podría hacerse de otra manera?
–Damián García-Olmo: Pienso que la investigación en células madre embrionarias o adultas debería estimularse, por que la mejora del conocimiento sobre los mecanismos de diferenciación celular nos ayudaran a conocer las claves para hacer que estas células desarrollen los tejidos que queremos reparar. En investigación básica, normalmente se suele usar sistemáticamente el modelo experimental en diferentes animales y mi opinión es que aún no se han explotado suficientemente estos modelos que verdaderamente son muy potentes y que tanto han hecho progresar el conocimiento humano. Por esto no entiendo que estos experimentos no se puedan realizar en alguno de los múltiples modelos animales y que se requiera la destrucción de embriones humanos. Esto obliga a abrir un debate ético, quizás falaz, y que podría retrasar los estudios que ahora se vislumbran como más útiles para la salud del ser humano, la investigación del potencial terapéutico de las células madre adultas.