CIUDAD DEL VATICANO, 23 marzo 2003 (ZENIT.org).- El obispo auxiliar de Bagdad del patriarcado de Babilonia de los Caldeos, Emmanuel Karim Dally, no ha sido herido por los bombardeos, aunque confirma que la sede del patriarcado caldeo ha sido dañada.
Este sábado agencias de noticias habían afirmado que el prelado de 75 años, obispo desde 1962, había sido herido a causa de una de las bombas caídas junto a su residencia.
«Los cristales me cayeron por encima. Pero no me ha sucedido nada. La Virgen me ha protegido. Estoy bien», afirmó el prelado este mismo sábado por la tarde en declaraciones al canal católico italiano de televisión «Sat2000».
Monseñor Shlemon Warduni, también él obispo auxiliar del patriarcado caldeo, explicó por su parte: «Tuvo lugar un bombardeo junto a nuestro patriarcado. Todos los cristales se rompieron y por este motivo se expandió el rumor de que había sido herido monseñor Delly. Sin embargo, como él mismo ha dicho, está bien».
Monseñor Delly hizo un llamamiento a «cesar la guerra, a detener esta catástrofe, en la que se pierden niños, jóvenes, ancianos, mujeres, hombres… Con la guerra se pierde todo, con la paz se gana mucho».
«En particular –concluyó– pedimos a todas las familias que recen el Rosario, como ha pedido el Papa Juan Pablo II».