El joven, de 26 años, aterrizó en torno a las 6.46 y fue inmediatamente interrogado por la policía, junto a otros seis jóvenes austríacos.
El prefecto de la Policía de Roma, Emilio Del Mese, expresó «gran satisfacción» por la manera pacífica en que los policías organizaron la detención, pues habían sido informados precedentemente de que junto al Vaticano tendría lugar una «acción simbólica».
Los jóvenes podrían afrontar un proceso judicial por «manifestación no autorizada y violación del espacio aéreo», afirmaron fuentes de la policía.