SACRAMENTO (California), 29 marzo 2003 (ZENIT.org).- Las autoridades públicas de varios estados norteamericanos han pedido perdón por los programas de esterilización forzada que dejaron a miles de personas incapaces de tener hijos. En las décadas que siguieron a la Primera Guerra Mundial, muchos estados impusieron la esterilización a personas que consideraban no adecuadas para reproducirse.
Hace dos semanas, el gobernador Gray Davis de California pidió perdón públicamente, informaba el 12 de marzo Los Angeles Times. «Ha sido un triste y deplorable capítulo… que nunca debe repetirse», afirmó Davis en su declaración.
Según el periódico, California y otros 31 estados esterilizaron a más de 60.000 personas en diversos momentos entre 1909 y 1964. En una audiencia en el senado de California sobre eugenesia, Paul Lombardo afirmó que los programas teníaN como intención «limpiar el patrimonio genético de la sociedad».
El perdón del gobernador no ha ido tan lejos como para proponer reparaciones u otras compensaciones a las víctimas y sus familias. Lombardo afirmó que sería difícil para los supervivientes lograr indemnizaciones en un proceso contra el gobierno porque la Corte Suprema de Estados Unidos había reconocido la constitucionalidad de la esterilización forzada en 1927.
A finales del 2002, el gobernador de Oregón, John Kitzhaber, también se disculpó por las esterilizaciones forzadas, informó Reuters el 2 de diciembre. Más de 2.600 personas se vieron afectadas en el Estado. Con las disculpas de Kitzhaber, Oregón se convierte en el segundo estado que admite formalmente que cometió un error. Virginia pidió perdón en mayo pasado.
Durante seis décadas, a partir de 1923, el comité de eugenesia de Oregón supervisó castraciones, ligaduras de trompas e histerectomías de pacientes en las instituciones del estado. A algunos pacientes se les negó el dejarles libres hasta que admitieron ser esterilizados.
Días después de las disculpas de Oregón, el gobernador de Carolina del Norte, Mike Easley, también pidió perdón en público por el papel del estado en la esterilización de más de 7.600 personas en un programa que duró hasta 1974. Según el Winston-Salem Journal del 13 de diciembre, niños de sólo 10 años fueron esterilizados bajo el programa del estado, que se caracterizó con frecuencia por la coerción y flojas pruebas de inteligencia. El 11 de febrero el periódico informaba de que Easley había creado un comité para considerar las reparaciones a las víctimas.
Algunos días después, el 16 de febrero, el Journal informaba sobre el contenido de más de 1.400 documentos a los que había tenido acceso el periódico. Los documentos hablaban de la desaparición del Comité de Eugenesia de Carolina del Norte, que había ordenado las esterilizaciones.
El comité se reunía mensualmente en Raleigh, la capital, para considerar las peticiones de esterilización de los asistentes sociales del estado, leyendo rápidamente las descripciones de los casos y votando generalmente por la esterilización. Los miembros del comité perdían poco tiempo considerando los méritos de los casos individuales. «Los miembros estaban todos ocupados con su propio trabajo», escribió en un memorándum en 1955 Ellen Winston, una de los miembros del comité. «Por lo tanto, tienen pocas oportunidades de pensar en su responsabilidad con respecto a este otro importante programa».
Todavía una amenaza
Las esterilizaciones forzadas no son algo del pasado. El Times de Londres informaba el 26 de febrero sobre los apuros de las mujeres gitanas en el este de Eslovaquia. A una de ellas, Zita, se le dio un papel para firmar tras haber dado a luz a su segunda hija en 1998. Ella es analfabeta y nadie le explicó lo que contenía el papel. Más tarde se le dijo que ella había dado su consentimiento para ser esterilizada.
Según el Times, la esterilización forzada de gitanos en Eslovaquia ha sido política oficial bajo los comunistas y en tiempos de la era nazi. Incluso ahora, los expedientes hospitalarios de las mujeres gitanas están sellados para identificar su raza.
El ministro de Interior de Eslovaquia anunció que enviará un equipo especial de investigadores para analizar las reclamaciones por esterilización, informó el 6 de marzo el New York Times. Según el periódico de Nueva York, informes de dos organizaciones no gubernamentales alegan que al menos 110 mujeres gitanas han sido esterilizadas sin su consentimiento desde la caída del comunismo en 1989. Los médicos locales y los funcionarios regionales niegan las acusaciones.
Se estima que los gitanos son un 10% de la población de 5.4 millones de Eslovaquia, y el tema podría complicar las conversaciones finales sobre la entrada de Eslovaquia en la Unión Europea el año próximo.
En Estados Unidos, los errores del pasado no han evitado que una organización promueva la esterilización de los adictos a drogas y de los alcohólicos. El Washington Times informaba el 8 de enero sobre la organización Children Requiring a Caring Kommunity (CRACK), que están pagando 200 dólares a personas a cambio de esterilizarse o de un control de nacimientos a largo plazo.
Las razones de CRACK son que es mejor que un niño no nazca a que sufra daños físicos y psicológicos inherentes a los padres adictos. Barbara Harris, que fundó la organización en 1997, niega que sea una racista. De hecho, alega que se han sometido a los servicios de la organización más mujeres blancas que negras.
Pero Lynn Paltrow, director ejecutivo del National Advocates for Pregnant Women, acusa a Harris de fines raciales. «Casi la mitad de las mujeres a las que ha pagado son afro-americanas», afirmaba Paltrow.
CRACK, que comenzó sus actividades en el condado de Orange, California, abrió recientemente un centro en el barrio de Brooklyn, Nueva York.
Según el New York Times del 6 de enero, el Hospital y el Centro Médico de la Universidad Brookdale, en Brooklyn, tiene planeado dar referencias de CRACK a los pacientes que se recuperan en la sala de emergencia psiquiátrica. Y el director de servicios de dependencia química en el Centro Médico Luterano de Brooklyn afirmó que estaba revisando el programa.
Pero el Dr. Van Dunn, oficial jefe médico en la New York City Health and Hospitals Corporation, que supervisa las instalaciones en los cinco barrios, afirmó que ningún hospital tienen nada que hacer con CRACK.
La organización inició sus actividades en 1997, y hasta ahora 833 mujeres y 21 hombres de toda la nación han aceptado el ofrecimiento de los 200 dólares. De éstos, 369 han sido esterilizados y el resto se ha sometido a un control de natalidad a largo plazo, según Harris.
Certificado para casarse
En China, algunas parejas están obligadas a utilizar anticonceptivos a largo término con propósitos eugenésicos. Antes de poderse casar, las parejas en perspectiva deben someterse a una serie de pruebas médicas. Las pruebas implican investigar sobre enfermedades hereditarias, desórdenes de aprendizaje y problemas psiquiátricos, según un informe publicado el 1 de febrero por el British Medical Journal. También hay un examen físico, que incluye pruebas de laboratorio.
Las parejas que son aceptadas reciben un certificado de salud para el matrimonio. En otros casos, entre el 1% y el 10% de las personas en 10 hospitales visitados por el autor del artículo, se debió posponer el matrimonio hasta que finalice alguna forma de tratamiento o asesoramiento.
Un número más pequeño de parejas debe estar de acuerdo con la contracepción permanente para recibir el certificado de matrimonio. Esta restricción se aplica generalmente a personas con enfermedades psiquiátricas severas o baja inteligencia, afirmaba el British Medical Journal. «China expone sin vergüenza la necesidad de mejora la calidad de la población», observaba el artículo.
Cuando la esterilización y los anticonceptivos fallan, se usa a veces el aborto para eliminar a bebés «defectuoso». El 27 de octubre el London Sunday Times informaba sobre un caso en el que un doctor realizó un aborto sobre una mujer embarazada de seis meses que decidió que no quería un bebé con labio leporino.
El personal de la Asociación del Labio y el Paladar Hendido, que proporciona consejo y apoyo a las familias que buscan cirugía para sus bebés, declaró su sorpresa ante el aborto. «Generalmente se corrige totalmente, y se hace en bebés muy pequeños», afirmó un portavoz. Las futuras generaciones también tendrán que pedir algunas disculpas por favorecer los males de los promotores de la eugenesia hoy.