El portavoz de la posición de la Iglesia ante Foro Permanente sobre Temas Indígenas, que se celebra en Nueva York, fue el arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, quien tomó la palabra este miércoles en la sesión relativa a la Educación.

El representante papal exigió el respeto del Tratado sobre Derechos del Niño, firmado entre otros por la Santa Sede, «primer tratado internacional de derechos humanos que reconoce a la infancia indígena como grupo que ostenta derechos e identifica especialmente a los pueblos indígenas como a un grupo discriminado respecto a los derechos establecidos en el documento».

El arzobispo recordó que «el Tratado reafirma que a ningún niño indígena se le pueda negar el derecho, en comunidad con otros miembros de su grupo, de disfrutar de su propia cultura, de profesar su propia religión o de emplear su propia lengua».

Sin embargo, denunció, «se siguen violando los derechos de los niños a la educación y por cuanto se refiere a la infancia y juventud indígenas a esto hay que añadir el racismo, la xenofobia y las intolerancias relacionadas que siguen afectando sus peculiaridades y especificidad cultural».

Monseñor Migliore aclaró que «el derecho a la educación no se refiere sólo al acceso, sino a la garantía de contenidos que puedan capacitar para el futuro a los niños y niñas indígenas».

De esto depende, concluyó, el que «los jóvenes indígenas no se vean expropiados de su presente ni de su futuro».