Arzobispo en Marruecos: Las relaciones fraternas, antídoto contra el integrismo

Habla el arzobispo de Tánger, monseñor Peteiro Freire

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TÁNGER (MARRUECOS), 23 mayo 2003 (ZENIT.org).- Una educación en el auténtico respeto podría ser la ayuda de las comunidades cristianas para frenar el integrismo que hace menos de una semana provocó en Marruecos más de cuarenta de muertos y un centenar de heridos.

En una entrevista concedida a Zenit, el arzobispo de Tánger (Marruecos), monseñor José Antonio Peteiro Freire, de los Frailes Menores (franciscanos), subrayó la importancia de promover relaciones basadas en el perdón, la comprensión y la fraternidad ´–de acuerdo con las enseñanzas de Jesús– para evitar situaciones tan dramáticas como las que acaba de atravesar el país.

El viernes pasado, a partir de las 22.00 horas, Casablanca sufrió cinco atentados suicidas: tres coches-bomba estallaron en las calles vecinas al Parque de la Liga Arabe, en el centro de la ciudad, cerca del consulado belga y de la Alianza Israelí.

Simultáneamente otros artefactos explotaron en el restaurante de la Casa de España y no lejos de un cementerio judío cerca de la antigua mezquita de la ciudad.

–¿Cómo ha reaccionado el pueblo marroquí –musulmán en un 99%– a la oleada de atentados que sacudió Casablanca el pasado viernes, teniendo en cuenta que parte de los terroristas suicidas identificados procedían del mismo barrio –Sidei Moumen– de la periferia, considerado como un vivero de los movimientos integristas más radicales del país?

–José Antonio Peteiro Freire: Los atentados de Casablanca han conmovido a todo el mundo, no sólo a Marruecos. Es la primera vez que se concentran, nada menos que cinco atentados en la misma cuidad. Hasta ahora, Marruecos aparecía como un país tranquilo. Ciertamente, hace varios años, se produjeron dos asesinatos de ciudadanos españoles en Marrakech. Nada menos que cinco atentados en la capital económica del país parecen demasiados. No estamos acostumbrados a tales acciones.

Los «kamikazes» son originarios de Sidei Moumen –de la periferia de la cuidad–, «considerado como un hervidero de movimientos integristas más radicales del país», como usted dice. Los integristas suelen aprovecharse de la situación marginal de estos jóvenes para atraerlos a sus redes. Dos de los 14 kamikazes habían estado en España trabajando de temporeros.

–En el contexto marroquí, ¿qué pueden hacer las comunidades religiosas para frenar el integrismo, un fenómeno asociado inevitablemente a la violencia?

–José Antonio Peteiro Freire: Las comunidades religiosas cristianas pueden educar en el respeto de los seguidores de las religiones, acentuando los derechos humanos y la nueva relación que estableció Jesús con todos los hombres: relaciones de perdón, de comprensión, de amor y de fraternidad. Las relaciones que tratamos de establecer con todas las personas en nuestras relaciones cotidianas. A esto se dirigen nuestras actividades diarias en el campo de la cultura, la educación, la educación especial, el trabajo con los marginados sociales, etc.

–En Marruecos, donde se suele identificar Occidente con el cristianismo, ¿los recientes ataques han cambiado el modo de ver a los cristianos del país? ¿Hay temor entre éstos?

–José Antonio Peteiro Freire: Los cristianos tratamos de ser solidarios con Marruecos, sobre todo en los momentos difíciles que estamos viviendo todos. Aportando lo que está de nuestra mano y orando por las víctimas de estos actos criminales. Tenemos que ser prudentes y discretos, manteniéndonos fieles a nuestros compromisos de cristianos y abiertos a todos los demás en actitud de servicio.

–¿Cree que la misión evangelizadora de la Iglesia en Marruecos podría experimentar alguna modificación?

–José Antonio Peteiro Freire: La misión evangelizadora de la Iglesia en Marruecos trata de mantenerse fiel a su cometido: ante todo, cultivando la fe en Dios, como nos enseñó Jesús, cumpliendo la voluntad del Padre. Y respecto a los demás, tratamos de mantener relaciones con los judíos, los musulmanes, gentes de otras religiones y con todos los demás. Tal como lo vivió Jesús, manteniendo con todas las personas relaciones fraternas.

–Como obispo católico de Tánger, si pudiera dirigirse a quienes han sembrado el terror y a los promotores de estas masacres, ¿qué les diría?

–José Antonio Peteiro Freire: Les diría que todas las religiones destacan que Dios ama la vida y no la muerte. Queremos acentuar todo lo que se refiere a la vida y no a la muerte. Todos estamos convencidos de que formamos una sola Familia Humana y hemos de comportarnos como tales, tratando a todos con el debido respeto y tratando de mantener relaciones cordiales con todas las personas, como nos enseñó Jesús.

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ZENIT Staff

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