MADRID, 3 junio 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- El padre Ángel García, fundador de la organización católica española Mensajeros
de la Paz, acaba de volver de Irak, donde ha dirigido y acompañado un primer envío de ayuda humanitaria a este país.
Durante los días que ha permanecido allí, según ha manifestado a la agencia Veritas, ha sido testigo del sufrimiento y de las penalidades que sufre la población iraquí en Bagdad y Basora, las dos principales ciudades del país.
«Bagdad es una ciudad sin ley donde el miedo, más que de morir por las balas, es por ser asaltado o atacado», afirma el padre.
En este sentido, el padre Ángel explica que «los trabajadores llevan tres meses sin cobrar sus salarios, la basura se amontona en las calles a temperaturas extremas (45 grados) y comienza a escasear la gasolina».
Los mayores esfuerzos de la organización se centran en los hospitales, donde, debido a la falta de electricidad, «las incubadoras son inútiles y las criaturas pasan a bolsas de plástico» para mantener la temperatura.
Incierta situación de la comunidad católica
Según cuenta el padre Ángel, la situación de los católicos es penosa en Irak. «Están atemorizados, porque se ven perseguidos», asegura.
En Basora, donde el padre Ángel mantuvo un encuentro con el obispo, de rito caldeo, han matado a dos cristianos. El clero iraquí también está viviendo momentos de persecución por parte de los fundamentalistas: «A algunos les han llegado a pisotear el crucifijo, porque aquí no hay seguridad».
Durante el tiempo que dure la reconstrucción del país, el fundador de Mensajeros de la Paz apuesta por la oración y la acción de las autoridades políticas, así como de las organizaciones internacionales: «Hay que clamar a gritos para que restauren el orden público y la seguridad. Ha llegado el momento de manifestarse para ganar la paz en Irak, porque se ha perdido».
Nuevos envíos de ayuda humanitaria
Hasta ahora se han distribuido miles de toneladas de alimentos y fármacos, así como varias unidades de teléfonos satélite para romper la incomunicación con el exterior. Además, se ha llegado a un compromiso para que Mensajeros de la Paz desarrollen talleres de formación profesional en las escuelas.
Ante todo, el padre Ángel señala que la organización Mensajeros de la Paz viaja a Irak «para llevar un hilo de esperanza».
Mensajeros de la Paz ha sido la primera ONG española en enviar un cargamento de ayuda humanitaria, compuesto por medicamentos, material sanitario y alimentos no perecederos. La ayuda ya ha sido distribuida en Basora, Umm Qasar y Bagdad.
Mensajeros de la Paz tiene previstos nuevos envíos con más de 300 toneladas de ayuda (alimentos y medicamentos), además de equipos quirúrgicos y hospitalarios y 3 UVI móviles. Dichos envíos se realizarán por barco o avión, según informan fuentes de la ONG, durante las siguientes semanas. Asimismo, y cuando las circunstancias lo permitan, Mensajeros de la Paz tiene previsto traer a España a un grupo de 10 niños iraquíes sin recursos afectados de graves enfermedades o serias lesiones.