El obispo de Dubrovnik había invitado a los jóvenes a una larga preparación espiritual para la visita del Papa a Croacia, sugerencia que aceptaron desde el inicio de la Cuaresma mediante reuniones en sus pequeñas comunidades para orar por la Iglesia, por las vocaciones y por el Santo Padre, así como para profundizar en distintas lecturas espirituales.
Exactamente a medianoche, la zona del puerto de Gruz se abrió a los peregrinos, procedentes de toda Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y otros países de Europa y del resto del Mundo, que acudían a participar en la eucaristía de beatificación de Sor María Petkovic, celebrada por Juan Pablo II por la mañana.
Esperando la llegada de Juan Pablo II, el padre Miljenko Bubajic, de la parroquia de María Magdalena, dio esta madrugada la bienvenida a los jóvenes y les explicó el sentido de la vigilia, según informa la agencia IKA .
A continuación, los jóvenes de una docena de parroquias de la diócesis, de comunidades y del Centro de estudiantes católicos interpretaron canciones espirituales, dieron testimonio de su opción por Cristo y meditaron sobre los valores espirituales, entre recitales y representaciones.
Participaron en la vigilia, entre otras, las jóvenes comunidades de las parroquias de la Sagrada Familia y del Salvador, de Mokosica; de Santa María Magdalena –de Zupa Dubrovacka–, de San Miguel –de Lapad–, de la Asunción –de Grad–, de Santa Cruz –de Gruz–, de San Pedro –de Boninovo–, de la Sagrada Familia –de Orebic–, así como los jóvenes del camino neocatecumenal y los de la diócesis de Sibenik, como invitados.
El catequista Ruzica Gavric y el asistente de pastoral de la parroquia de San Pedro en Boninovo, Josko Mikus, leyeron durante el encuentro fragmentos de los discursos de Juan Pablo II sobre la familia, la mujer, el valor de la vida humana, la juventud, la necesidad de la unidad, el valor de la paz entre los pueblos y las invitaciones del Santo Padre al perdón y a la reconciliación.