El elevado número de desplazados –entre los que hay que incluir muchos niños abandonados– que llegaron a la zona entre diciembre de 2002 y abril de este año, huyen de los combates en la Republica Centroafricana entre las tropas del actual presidente, el general François Bozizé, y las de los fieles al ex-presidente Ange-Félix Patassé.
Los refugiados centroafricanos han sido distribuidos en diversas localidades. En Goré se estima que hay más de 10.000 personas acogidas en dos campos y en diversas familias de la zona.
Los otros 12.000 están repartidos entre las localidades de Yanmodo, Matiti y Koumba, donde viven bajo los árboles y en tiendas provisionales.
Las condiciones de vida de los refugiados son muy precarias. Carecen de agua potable y se ven obligados a beber agua contaminada recogida a varios kilómetros de distancia.
La alimentación tambien se ha convertido en un grave problema porque hasta el momento sólo han recibido dos raciones: la primera, tres kilos de sorgo por familia; la segunda, en el mes de abril, un saco de cien kilos de harina por cada treinta personas. Desde entonces, han empezado a morir lentamente de hambre.
Los refugiados, enfermos y débiles, no tienen capacidad para realizar trabajo alguno. Además, las relaciones con los habitantes del lugar son tensas dado que se trata de una región privada de infraestructuras y surge la competición por los escasos recursos disponibles.
La situación de los refugiados podría agravarse con la llegada de la estación de las lluvias y el peligro de epidemias como el cólera.
Siguiendo a Radio Duji Lokar de Moundou, hasta el momento los llamamientos a la comunidad internacional para que intervengan no han sido atendidos de manera apreciable.
Sólo a finales de junio estará preparado un campo con capacidad para 20.000 personas, a 6 kilómetros de Goré. El campo dispondrá de un dispensario y de un almacén para alimentos.
Es urgente que las ayudas alimentarias lleguen lo antes posible, puesto que con la llegada de las lluvias las carreteras serán intransitables y numerosas localidades quedarán incomunicadas.