Según la presentación del pasado jueves en la ciudad alemana, la imagen sitúa el encuentro con Jesucristo en el centro de la JMJ. Jesús está representado por la Cruz, que domina el logotipo.
El color rojo significa el amor, la pasión y el sufrimiento. También recuerda el amor de Dios y la muerte de Jesús en la Cruz, así como diferentes formas de sufrimiento en la vida personal y en todo el mundo.
La estrella expresa que Dios guía a los hombres. Es una señal de Dios que brilla sobre el lugar de nacimiento de Jesús. Según la tradición bíblica, la estrella guió a los Reyes Magos hacia el Señor tras una larga peregrinación. Transformados por el encuentro, regresaron a su hogar. La estrella también se presenta como guía de los jóvenes del mundo hacia la JMJ de Colonia.
La estela marca el recorrido de la estrella. Viene de lo alto, de Dios, e irrumpe en el horizonte limitado de la existencia terrena. Su color oro refleja la luz de Dios que ilumina las tinieblas del mundo. Es un símbolo que en todo el mundo representa la Navidad y la Epifanía.
El marco elegido para la celebración de la JMJ está indicado por la catedral de Colonia. Es ahí donde se veneran desde hace siglos las reliquias de los tres Reyes Magos. El color rojo de la catedral une a la Iglesia con la Cruz: la Iglesia y Cristo son inseparables.
Por último, el arco elíptico contiene diferentes significados. Su estilizada forma de letra «C» está inspirada en «Cristo» y en la comunión universal de la Iglesia –«communio»–.
Además, expresa el abrazo protector de Dios, desde cielo. Esta realidad se refleja igualmente en el color azul del arco, cuyo movimiento está orientado y se abre hacia la Cruz, que es de donde parte toda la dinámica de la imagen.
Condensa así el mensaje de que todos los cristianos están llamados a dirigirse hacia la Cruz, a orientarse a Cristo y adorarle, crucificado y resucitado, como expresa el lema de la XX JMJ elegido por Juan Pablo II: «Hemos venido a adorarle» (Mt, 2, 2).
La parte inferior recuerda una barca. La Iglesia en el signo de la barca recuerda el arca salvadora de Noé, y el color azul simboliza el agua y refleja el agua del bautismo.
El logotipo elegido, propuesta que ha sido aprobada por el Consejo Pontificio para los Laicos, se puede visualizar en http://www.korazym.org/.